Me pesan mis debilidades y me hacen pesado, difícil y duro el camino de mi compromiso de Bautismo. Experimento la impotencia y frustración de perderme en el camino de mi vida confundido y desorientado sin saber a qué lugar dirigirme. Quiero llegar a Ti, pero me topo contra un muro de tentaciones que me impiden verte con claridad.
Mis comodidades, mis apegos y apetencias tiran muy fuerte de mí, y me desvían del camino trazado hacia Ti. Hay momentos de tremenda confusión que me nublan la mente y contaminan mi corazón. La oscuridad paraliza mis músculos y me siento incapaz de avanzar. ¿Y a dónde y para dónde Señor? No tengo respuestas claras y firmes como Tú en el Templo.
Necesito tu compañía. También la de tus Padres. Y tus Consejos, tu Claridad y tu Firmeza. Dame, Señor, la sabiduría de saber encontrar siempre el camino de la Verdad que conduce a Ti. Sin titubeos, sin confusión y sin pérdida.
Necesito de Ti Señor para no perderme, porque sólo no soy capa de dar un paso y, sólo, quedo a merced de las tentaciones del mundo. Amén.
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