Soy de los que no tengo derecho pedirte nada. Soy de los que he recibido más de lo que merezco. Soy Señor, un privilegiado por tener la fe de creer en Ti y por esforzarme en acercarme a Ti. Por la Vida, pero también por los padres que me has dado, la familia y sobre todo, la compañera e hijos que me han acompañado a lo largo de mi travesía por la vida, y que siguen haciéndolo. No tengo ni hay palabras para agradecerte tanto recibido.
Pero también por mis hermanos, aunque parezca una contradicción por el mal que me han podido hacer algunos. Quizás sin ese mal camino andado, yo no estuviese hoy aquí, o no iría por el camino que Tú me indicaste a través y valiéndote de esas concretas circunstancias. Son estrellas que Tú has puesto en mi camino, algunas en penumbras, que han servido para señalar el otro camino, el Verdadero que conduce a Ti.
Dame Señor todo lo que necesito, así sea sufrimientos, penas y tristezas si eso es lo que necesito y me viene bien. Porque lo bueno y bien para mí será todo aquello que me sirva y me ayuda a caminar recto hasta Ti. Pero dame también la fuerza y la capacidad para soportarlas y superarlas, y, sobre todo, convertirlas en Gracia de tu Gracia por la acción de tu Espíritu Santo.
Dame Señor la luz para saber entregarte toda mi vida y ponerla en tu servicio. Amén.
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