El Bautismo de Juan fue un Bautismo de agua. como preparación para el Bautismo en el Espíritu que Tú, Señor, nos invita a tomar. Un Bautismo que nos hace sacerdotes, profetas y reyes para proclamar tu Palabra en verdad y justicia. Un Bautismo que nos capacita en el Espíritu para vivir y defender la Verdad.
Señor, aumenta nuestra fe y danos la Vida de la Gracia para que no se nos paralice nuestra lengua, sino que hable en verdad y justicia dando a conocer tu Reino. Danos la fortaleza y la valentía para gritar, como Juan, que Tú eres el Hijo de Dios Vivo, y que la salvación viene por y de Ti.
No permitas, Señor, que tiemble nuestra lengua y se esconda para dejar que tu Nombre se pierda y no se conozca. No permitas, Señor, que mi vida y los acontecimientos que en ella vivo queden excluidos de tu Mirada y tu Palabra. Impregna y empapa mi vida de tu Gracia, Dios mío, para que al respirar, todo el ambiente que me rodea, quede contagiado e impregnado de tu olor y tu presencia.
Hoy, como ayer, la Palabra de Jesús molesta e hiere a los que viven en la mentira y el pecado. Haz, Señor, que los cristianos de occidente seamos solidarios y comprometidos con los de África y orientes. Allá, ellos sufren persecuciones y amenaza de muerte, y según estadísticas muere uno cada cinco minutos. No podemos permanecer pasivos y callados. Debemos, además de rezar, denunciarlo.
Te pedimos, Señor, que tu Fuerza nos fortalezca y nos dé el valor necesario para aceptar la cruz que los hombres, ciegos y sometidos al pecado, nos imponen. Y que, como Juan, a pesar de la amenazas de muerte, no dejemos de gritar y proclamar tu Palabra.
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