No cabe duda que mi vida y palabra no está a la altura de ese Anuncio - la Buena Noticia - que me sobrepasa y mi pobre testimonio deja mucho que desear y, por supuesto, reconociéndome pecador, no da la talla. Por eso, Señor, no entiendo como confías en mí y me envías a proclamar tu Palabra cuando sabes y conoces que mi vida está muy por debajo de lo que esa Buena Noticia que anuncio.
Consciente, Señor, de mis pecados y de mis pocas y pobres cualidades, te pido la Gracia, Señor, de que ilumines mi vida y me des la sabiduría y paz para poder ser luz y eco de tus Palabras para bien de los demás. Necesito, Señor, tu Gracia para que mis obras coincidan coherentemente con mi vida y, por supuesto, reflejen la Tuya, porque esa es la única Buena Noticia, que Tú, Señor, enviado por tu Padre has venido a salvarnos pagando nuestro rescate con tu Vida y Resucitando para Gloria de Dios Padre.
Señor, haz que nuestras vidas respondan coherentemente con nuestras palabras, que anuncian la Buena Noticia del Reino de Dios que se hace presente en Ti. Un Reino de amor, justicia y paz; un Reino construido y proclamado desde la humildad y la pobreza. Un Reino avalado y garantizado pr tu Palabra y Vida. Amén.
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