Eres pan universal
que bajaste del cielo
subiendo desde el surco,
que bajaste del cielo
subiendo desde el surco,
y eres levadura inquieta,
disuelves eternidad entre la harina
y llenas la vida de preguntas.
disuelves eternidad entre la harina
y llenas la vida de preguntas.
Eres horizonte que nos llama
hasta lo más hondo del deseo
desde la creación en ti reconciliada,
y eres camino que se estrena
en el sendero más pequeño
que te busca saliendo de sí mismo.
en el sendero más pequeño
que te busca saliendo de sí mismo.
Eres fuego inextinguible
que nos hace luz en ti
y nos quema lo que estorba,
y eres el agua de la vida
que mana sin prisas en mi pozo
y alienta rostros y desiertos.
Eres el viento impetuoso
que hincha las velas de audacia
sobre el mar encrespado de amenazas,
y eres brisa suave y tierna
que se sienta en el fondo de mi barca
y acaricia la piel arada de salitre.
(Benjamín G. Buelta, sj)
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