Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 25 de agosto de 2014

EL MIEDO, SEÑOR, ACTIVA MI RESPONSABILIDAD




Cada día soy más prudente y más responsable, al menos eso es lo que intento, pero también me preocupa. Porque soy consciente de que mis huellas son seguidas por otro. Esa responsabilidad me compromete y me exige una dedicación, tanto en el ámbito de la entrega a la tarea responsable, como al testimonio de vida de la Palabra del Señor.

Y eso descubre mis incapacidades, mis miserias y mis pecados. No tengo que esforzarme mucho para sentirme pecador, porque mi vida lo trasluce a cada instante. Pero, al mismo tiempo, doy gracias a Dios por esa debilidad, porque en la debilidad, como diría Pablo, encuentro la fortaleza y, sobre todo, al Señor. Experimento su necesidad y también mis miserias, y la motivación constante de superarme y vencerme, asistido por el Espíritu Santo, en vivenciar la Palabra del Señor.

Y en ese devenir al hilo de la navaja peregrino humildemente en constante peligro hacia la Casa del Señor, en la esperanza de, por su Gracia y Misericordia, encontrar el perdón que me abra las puertas de su Casa y me permita vivir eternamente junto al Padre.

Por eso Señor, elevo mi humilde plegaria, confiado en tu Misericordia, para que no mires mi pobreza y mis pecados, sino el amor y la Pasión de tu Hijo que se ha entregado a una muerte de Cruz para salvarnos. En Él confío encontrar todo el valor, el desprendimiento y el amor que me empuje a vivir dándome y entregándome, por amor, al servicio de los demás. Amén.

No hay comentarios: