Tanta oscuridad rodea mi vida Señor que mis pasos son inseguros y sujetos a muchos errores. Hoy, parece como anillo al dedo, me he olvidado de tener nuestro diálogo diario. Seguro, Señor, que Tú has estad ahí esperándome, pero yo he vuelto a fallarte de nuevo. Y es que necesito tu Luz, Señor mío.
En estos momentos y algo de prisa porque tengo que asistir a una reunión de la P.Penitenciaria, levanto mis ojos a Ti, Dios mío, para pedirte luz para todos mis actos, porque mi vida sin Ti queda sujeta a la oscuridad y a los traspiés.
Gracias Señor por darme la oportunidad de ver al menos la necesidad de pedirte tu Luz y la voluntad de dejarme alumbrar por Ella. Porque en Ti Señor mis pasos toman fortaleza, se mueven con firmeza y seguridad y toman, en el Espíritu Santo, por el camino recto y de la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario