Nunca el hombre ha sido de fiar, al menos plenamente. Por eso han habido y hay conflictos. son palabras incumplidas, engaños y mentiras. Hoy, incluso, da la sensación de que la palabra se incumple de forma sistemática y sin ninguna vergüenza. Ni los matrimonios pueden fiarse. La pregunta brota desde lo más profundo del corazón humano: ¿De quién podemos fiarnos?
Gracias Señor porque Tú si tienes Palabra de Vida Eterna. De Ti nos podemos fiar, porque en Ti todo ha tenido pleno cumplimiento. Hoy, Jesús nos confiesa que el pasaje del libro del Profeta Isaías tiene verdadero cumplimiento en Él. Y lo último, la Resurrección, el fundamento de nuestra fe, tiene plena garantía en Ti, Señor, que vives entre nosotros.
Tus apóstoles, aquellos que quedaron atónitos ante tus Palabras y que no comprendía nada, son los que más tarde, permaneciendo junto a Ti, sus ojos se abrieron y comprendieron asistidos por el Espíritu Santo que tenías que padecer y morir, para luego resucitar. Todo se ha cumplido Señor, y tu Palabra tiene plena garantía de ser creída.
Por eso, Señor, creemos que Tú eres el Hijo de Dios hecho Hombre. El Mesías enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos y para anunciar el año de Gracia del Señor. Y para liberarnos de las garras del Maligno que trata de aprovechar su ventaja al tenernos tocados por el pecado.
Danos Señor la Gracia de sabernos salvados en Ti y de confiar, abandonados a tu Misericordia y Amor, en tu perdón y salvación ante la amenaza de Satanás. Amén.
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