Porque no se trata de caminar sino de hacer camino cuando camino. Parece un trabalenguas pero bien mirado no es así, pues hay muchos caminantes que al caminar no hacen camino sino lo destruyen y lo confunden.
No es muy difícil, en mi humilde entender, darnos cuenta de esto, pues en el mundo que vivimos hay muchos caminos confusos, que desorientan y no llevan a ninguna parte buena. Nuestra cultura contemporánea ha abierto muchos caminos de muerte y proclama muchas rutas de perdición e injusticia.
Son caminos mal guiados y de malos caminantes. Quizás sería mejor no caminar en ese sentido. No tienen una buena orientación, y mucho menos una buena estrella. Están más bien estrellados por el egoísmo que los inclina al mal y los hace caminar por malos caminos.
Qué diferente sería el camino si fuese andado por buenos caminantes bien orientados. Orientados por ese cielo estrellado que nos envuelve a todos y nos acoge con amor de buen Padre. Porque esa es la ruta, la ruta que nos marcan las estrellas para llegar al verdadero Cielo, Casa y Hogar del Padre que nos ha creado.
Por eso quiero ser camino de buen caminante, porque aunque se hace camino al andar, no todos los caminos son buenos de recorrer. Necesitan buenas estrellas que bien guiadas por el Sol con Mayúscula den la luz necesaria para alumbrar el camino único y verdadero. Ese es el camino que quiero caminar.
Dame, Padre, la sabiduría de saber ser camino al caminar, y no caminante que me pierda en la lejanía alejándome de Ti.
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