¿Qué Es El Bautismo En El Espíritu Santo? |
No quiero ir yo solo a la batalla de cada día. En esas condiciones tendré siempre las de perder. El demonio es más fuerte que yo, y las tentaciones de su mundo me seducen y me pueden. ¡No, Dios mío!, solo perderé la batalla. Supongo que Tú, Señor, ya lo sabes, y por eso me envías al Espíritu Santo. Tu Hijo Jesús nos lo ha prometido, porque sabe de nuestras debilidades y pecados.
Quiero ser bautizado para recibir el Espíritu Santo. Ese Espíritu Santo que Tú me prometes, Señor, y que me ayudará a combatir en la batalla de cada día. Con Él el panorama cambia totalmente. Ahora si me siento fuerte y capaz de ganarle al demonio porque el Espíritu me fortalece, me llena de sabiduría y de gracia para salir victorioso.
Ven Espíritu Santo e ilumíname, y lléname de la Vida de la Gracia para vencer a este mundo que me tienta y amenaza con sus ofertas y sus comodidades. Ven y haz que mi corazón sea dócil a tu Espíritu para que me alumbre y descubra en mí tu gozo y tu dicha, y tenga el suficiente coraje y fortaleza de renunciar a mi propio egoísmo, para ponerme en servicio a los demás.
Ayúdame a descubrir que tu Reino está ya conmigo, vive dentro de mi corazón y renace a cada instante que soy capaz de amar, de olvidarme de mí para darme a los demás. Un Reino que empezó con mi Bautismo y terminará el día que sea llamado a tu presencia. Dame, Dios mío, la fortaleza de perseverar y dejar, con la asistencia del Espíritu, que tu Reino florezca en mi corazón. Amén.
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