Jesús nos ha traído la vida, y sus enseñanzas nos transmiten vida, deseos de vivir que se confunden con deseos de verdad. Porque vida y verdad se mezclan en una sola palabra. La vida, cuando es verdadera vida, está apoyada en la verdad. Porque solo la verdad nos hará libre, y solo la vida merece la pena vivirla desde la verdad y la libertad.
Por eso, vida que no esté apoyada en la verdad, no es libre. Y vida encadenada y esclavizada, tampoco es vida. Por eso, solo Aquel que es Camino, Verdad y Vida puede transmitir la verdadera vida. Y es esa vida la que vale la pena vivir.
De tal forma, que para dar vida, hay que transmitir vida. Y solo así se puede enseñar: "transmitiendo vida, verdad y justicia". Por eso, Jesús, no viene a abolir nada, sino a desenterrar la verdadera verdad y vida, para sepultar todo aquello que habla de pecado y muerte.
Señor, ilumina nuestras vidas para que, injertadas en Ti, por obra y gracia del Espíritu Santo, seamos capaces de transmitir vida, verdad y justicia.
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