Eso es lo que te pido, Señor, que mi corazón solo piense en amar, y que trascienda más allá del pensamiento y se haga vida en mi vida. Porque lo que verdaderamente importa es amar. Pero, ¿qué es amar? Dame Señor la sabiduría de entender el cómo y el qué es el amor, porque me temo que al no entenderlo lo aplico mal.
Supongo que para amar, primero tengo que olvidarme de mí, porque sin pienso en mí difícilmente puedo pensar, y por supuesto, amar al otro. ¡Y qué difícil es olvidarme de mí! Creo que esa es la batalla principal y más difícil que se entabla en mi vida.
Dame Señor las fuerzas necesarias para poder olvidarme de mi, salir de mí mismo y darme en servicio por amor a los demás. En Ti confío Señor y te doy las gracias por descubrir dónde está el secreto del amor. Pero necesito la asistencia diaria del Espíritu Santo, para que no me desvíe y persevere siempre con tu Gracia en la batalla constante del servicio por amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario