Porque no buscamos otra cosa. Todos buscamos la vida y lo que siempre tenemos en la punta de los labios es cuidarnos de tener salud. Hasta el dicho popular así lo dice: "Tres cosas hay en la vida, salud, dinero y amor. Siempre, lo primero es la salud, porque nos va la vida en ello.
Y el dinero nos puede ayudar, pero nada más que eso, una ayuda que no es suficiente, porque tarde o temprano nuestra salud se acaba. Sin embargo, Tú, Señor nos abre la esperanza de tener vida en abundancia. Nos la promete cuando nos dices estas palabras: «Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia».
Sólo Tú, Señor, nos das lo que ansiosamente buscamos: La Vida Eterna. Y solo eso importa pues con ninguna otra cosa alcanzamos la felicidad que tanto buscamos.
Te pedimos, Señor, que nos ilumine nuestro camino, para que no nos perdamos y siempre encontremos la puerta que nos da paso a encontrarnos contigo. Amén.
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