En mi vida no hay otro camino. Al menos yo no quiero buscar otro camino, sino seguir el Tuyo. ¡Tú, Señor Jesús eres mi Camino, mi verdad y mi Vida! ¡No sabría andar por otro camino porque me perdería y, mi vida, dejaría de tener sentido y esperanza! ¿A dónde puedo ir sin Ti, Señor?
No quiero oír de otros caminos, ni de otras verdades, porque eso no sería vida ni esperanza para mi vida. Ni me imagino otra vida sin tu presencia, Señor. Pero, tengo miedo de mis debilidades, de mis pecados, de mis miserias. Tómalas, Señor, y hazlas glorias y victorias de tu Poder y Fortaleza. Porque de las cosas pequeñas y humildes, Tú sacas prodigios, maravillas y proezas.
Acostumbras, Señor, a valerte de lo pequeño y pobre para glorificar a tu Padre del Cielo. Toma mi pobreza y mis debilidades para que las conviertas en alabanza y glorias a tu Padre Bueno del Cielo, porque Tú estás en el Padre, y el Padre está en Ti. Yo lo creo, Señor a pesar de mis pecados y mis tribulaciones.
Y te pido que me invadas de tu Gracia para que mi vida sea un canto de alabanzas y glorias en tu Nombre, para tu Padre Bueno del Cielo. Amén.
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