Dame Señor tu Vida y la sabiduría de transmitirla con obras y palabras en el nombre de tu Hijo Jesús, que la entregó por mí y todos los hombres, mis hermanos en Él.
Doy gracias al Señor por darme esta Gracia y oportunidad de su Perdón y Misericordia en el Sacramento del perdón. Pongo en su presencia todas mis miserias, pobrezas y pecados de pensamientos y obras, y también de omisión.
Pongo en su presencia mi impaciencia, mi desesperación, mis remordimientos y mi ignorancia ante su Infinita Misericordia, de la que no soy digno de merecer. Doy gracias por este inmenso y tan alto regalo gratuito, voluntario, sin condiciones e inmensamente amoroso.
Me postro ante Ti, Señor, con esperanza y gozo confiado de recibir tu Gracia, y sumiso a tu perdón por no saber ver en los demás, sobre todo los que me rodean en mi vida, tu Rostro. Pido perdón por mis actitudes violentas ante los demás, inflexibles a sus pensamientos, errores o defectos... ¿Y los míos, Señor?
Perdón por mis últimos fracasos, por mis suficiencias, por mis apariencias, por mis faltas de humildad, por mis impaciencias y, al final, desconfianza en la acción del Espíritu Santo. Perdón por cuantas veces me siento tentado a verme y considerarme mejor que otros...
Perdón por mis flaquezas, mis perezas, mis egoísmos, mis cumplimientos envueltos en hipocresías y apoyados en arenas movedizas que olvidan y excluyen a otros, sobre todos los débiles y pequeños, precisamente donde Tú, Señor, te encuentras.
Perdóname cuando antepongo mi persona a Ti y te remito a un segundo plano en las personas con las que trato en mi vida. Sólo quiero pedirte que me des la Gracia y la sabiduría de vivir tu Amor en ellas como Tú, por tu Amor, lo vives en mí. Amén.
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