Cuando me empeño en darte a conocer, posiblemente sin darme mucha cuenta, trato de presentarte presentándome yo mismo. Quizás, sin saberlo y debilitado por mi vanidad, me pongo delante de Ti, Señor, y te hago sombra. En lugar de ser luz, soy oscuridad opaca que no deja pasar tu Luz. Estoy más pendiente de los resultados, de persuadir y convencer que proponer e invitar.
Juan fue modelo de preparar tu camino. Nunca se interpuso entre Tú y los hombres. Siempre te presentó como Alguien más grande que él, y como el Mesías liberador y salvador. ¡Qué lejos estoy yo de parecerme a Juan! Señor, que se capaz de que los que se acerquen a mí sientan tu presencia y no la mía. Pues yo soy un pobre pecador del que nada van a aprender.
Necesito que me llenes de humildad Padre mío, y me inundes de tu Sabiduría para que mis palabras, pobres y pecadoras, iluminadas por tu Espíritu sean nítidas y claras y llenas de tu Verdad para que proclamen tu presencia entre los hombres. Mueve mi corazón para que, abierto a tu presencia, seas Tu, Señor el centro y la gloria de todos los hombres que se dignan escuchar tu Palabra.
Señor, mengua mi vida y mi acción para que sea tu Gloria la que reine ante los hombres.
1 comentario:
Feliz Navidad!!! Saludos desde Paraguay!!!
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