Siento miedo a perderte Señor porque soy débil y pecador. Y porque en el camino de este mundo mi propia cruz me pesa mucho y, en muchos momentos, quiero desprenderme de ella quitándomela de encima. Quizás quiero dejarte todo el peso de la carga para Ti y seguir mi camino aliviado, ligero y despreocupado. Sí, Señor, el mundo me tienta y me invita a dejarte atrás y seguirte al ritmo de mis propios egoísmos y satisfacciones.
Siento miedo porque dudo de mí mismo; siento miedo, porque no encuentro las fuerzas suficiente para las renuncias de mis pecados; siento miedo de seguir mi camino sometido y esclavizado despreciando la libertad que Tú me has dado. Sí, Señor, siento miedo de perderte y quiero decírtelo, abrazarte para que tus brazos no me suelten más.
Sé, porque me lo dices a través de tu Iglesia, que me quieres y me esperas loco de Amor. Caminas a mi lado porque hay momentos que oigo tus pasos, y que nada pasa ni se mueve sin tu presencia, mandato o permiso. Sí, Señor, lo sé, pero a pesar de eso tengo miedo.
Por eso, hoy, postrado ante Ti, Dios mío, te pido que me llenes de valor, de fuerza y sabiduría para sentirme, ante la tribulación y el miedo, inundado de fuerza y de amor para superar las adversidades del camino. Amén.
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