Todos estamos necesitados de tu Gracia Señor. Unos porque sufren y no pueden permanecer en paz, y otros porque necesitan muchas cosas materiales y también espirituales. Hay familias tocadas por la desgracia de sufrir accidentes mortales en algunos de sus miembros, y otras que sufren tragedias naturales, como el terremoto de Nepal o persecuciones a su fe.
Lo están pasando mal, pero muy mal, y sufren y mueren. No sabemos que les conviene. Desde nuestra pobre humanidad te pedimos que terminen sus sufrimientos y salves su situación, pero, ¿es realmente eso lo mejor? Sólo Tú lo sabes, Señor.
Tú entiendes el sufrimiento porque Tú lo sufriste, y de forma voluntaria y por amor a nosotros, para salvarnos. Quizás el sufrimiento sea parte de nuestro aprendizaje para experimentar la necesidad de tu Gracia. Tú, Señor, eres quien sabes realmente los que nos conviene y lo que necesitamos. Por eso, nos callamos y nos ponemos a tus pies para que Tú decidas por todos nosotros.
Simplemente te nombramos lo que sufrimos, lo que muchos de nuestros hermanos padecen. Hay una familia que ha perdido a su hijo de catorce meses ahogado en la comida; otra hermana me pide oraciones en este blog porque se encuentra muy mal; conozco a algunos enfermos graves y que sufren; otros muchos cristianos perseguidos; los que padecen y sufren el terremoto de Nepal, y así muchos más sediento y padeciendo hambre.
Señor nos ponemos en tu presencia y, confiados en tu promesa permanecemos en Ti, al menos ese es nuestro deseo, para que tus Palabras permanezcan en nosotros, y te pedimos lo que más arriba hemos dicho en la confianza de que sea lo que mejor conviene y todo se hará según Tú nos ha prometido. Amén.
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