A pesar de mi resistencia y egoísmos; a pesar de mis planes y proyectos; a pesar de mis afanes y ambiciones, Señor, yo quiero seguirte. Quiero seguirte sin condiciones y darte las gracias por tu invitación. Porque a mí también, a pesar de mis pecados, me has invitado a seguirte.
Te pido ayuda y fortaleza para no fallarte, porque hay días que soy capaz de dar hasta la vida, y otros que me siento débil e incapaz de dar, ni siquiera, un paso. También hay días que me resisto a tus planes, a escucharte o a seguir tus indicaciones. Hablo contigo y yo mismo me pregunto y me respondo. No te dejo ni abrir la boca. Perdóname Señor.
Lléname de tu humildad y paciencia para permanecer en tu Palabra, y atento a tu indicaciones y señales. Dame la Gracia de no desesperar, y la sabiduría de distinguir lo que viene de Ti, lo bueno, de lo que procede del Maligno y del mundo. Señor, guía mis torpes pasos y permíteme seguirte y permanecer a tu lado.
Dame la Luz de tu Espíritu y dirige mi vida para que en Él no me pierda ni me desvíe del Camino. Señor, me pongo en tus Manos confiado en tu Amor y Misericordia, abandonado a tus planes. Amén.
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