Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 29 de julio de 2018

UN CORAZÓN SEMEJANTE AL TUYO

Resultado de imagen de Jn 6,1-15
Conocemos nuestra miseria y el pecado de nuestro corazón. No podemos liberarnos de las apetencias de nuestro corazón materializado, humanizado, contagiado de pecados, de intereses materialistas, económicos, egoístas, que buscan su propio beneficio o que no puede evitar dar sin esperar recibir. Un corazón dado al trueque, al intercambio, a amar a cambio de algo. Esa es nuestra historia. Diferente en cada uno, pero muy parecidas en lo esencial en todos. Por eso, tú como también yo, nos confesamos pecadores.

Ahora, el camino de conversión empieza cuando estamos dispuestos a arrepentirnos. O, por decirlo de otra forma, a iniciar el sufrido camino de dolor y arrepentimiento abajándonos humildemente hasta el dolor contrito de presentarle nuestras miserias y pecados. Ahí, aunque iniciamos el primer paso, estamos en el camino de desnudarnos ante el Señor y dejar que Él nos alimente, comparta su Cuerpo y Sangre, bajo las especies de pan y vino, con nosotros y empiece la transformación de nuestro corazón humano y psíquico en un nuevo corazón espiritual semejante al suyo.

No nos daremos cuenta ni sabremos, como sucede con la semilla en la tierra, como se irá gestando esos frutos nuevos y buenos en nuestro corazón, pero se irán gestando. La Gracia de Dios hace que tú y yo seamos capaces de darnos y ofrecer nuestra miseria, esos pocos panes y peces, que creíamos nuestro gran tesoro, a todos aquellos que verdaderamente lo necesiten. No se trata de desaprovechar nada y menos derrochar, sino de compartir con equidad y a quien realmente está necesitado.

Y no se trata de alimentos materiales sino también, y quizás más importante, espirituales. Porque, lo espiritual transforma nuestra visión respecto a lo material y, nuestro corazón, apegado se suaviza y convierte en un corazón desprendido y generoso. Pidamos esa Gracia, pero hagámoslo poniéndonos en Manos del Señor. Amén.

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