Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 30 de septiembre de 2020

DANOS, SEÑOR, LA GRACIA DEL COMPROMISO COHERENTE


 Nuestra fragilidad y debilidad es tan grande que escapar de las garras del demonio nos resultará muy difícil y, prescindiendo de la asistencia del Espíritu Santo, imposible para nosotros. Tomar conciencia de lo que nos jugamos es de vital importancia y trascendencia. La vida, nuestra vida, es la gran oportunidad que tenemos para ganar el gran tesoro de la Vida Eterna. Esa es la cuestión y la enorme responsabilidad  que tenemos, darnos cuenta y descubrir el gran regalo de la vida y el valor que tiene de utilizarla según los Mandatos y Voluntad de Dios.

Vivimos de una manera indiferente, relajada, cómoda, pensando que con unos mediocres cumplimientos y prácticas religiosas todo está cumplido. Últimamente me asusta esa vida plana que llevo, o, al menos me la planteo. La Misericordia del Señor no significa que no me haga justicia, y todo lo que no haga aquí según mis valores, cualidades y talentos, debo purgarlo en el Purgatorio como mal menor. Y les garantizo que no se pasa bien en el purgatorio - Ana Catalina Emmerick -. Se hace bastante duro y largo. Sin embargo, mantenemos siempre la esperanza de, purificados, subir al Cielo. Por lo tanto, firmo ir al Purgatorio.

Pero, eso no me exime de exigirme ahora todo lo que puedo en cumplir y hacer la Voluntad de Dios. Parábolas como la de los talentos, el hijo prodigo y otras me señalan claramente el camino y la disponibilidad a seguir. Sin embargo, no me asusto ni tengo miedo. No debo ni puedo tenerlo. Nuestro Padre Dios no nos manda nada imposible ni tampoco grandes gestas. Si así lo dispusiera nos prepararía y nos daría lo necesario para cumplirlo. Tú, y, seguro yo, limitémonos a cumplir su Voluntad desde lo cotidiano de cada día, abiertos a salir de nosotros mismos y a darnos para servicio a los demás. Date cuenta que cada servicio por amor y por el Señor a los demás son verdaderas y auténticas oraciones que cumplen precisamente eso, la Voluntad de Dios. Así que ánimo y adelante.

Y eso es lo que todos queremos y te pedimos, Señor.  Danos esa fortaleza de espíritu para, no solo seguirte de forma rutinaria, relajada y cómoda, sino comprometida con nuestro vivir de cada día e imitando tus mismas actitudes y estilo. Claro, no contando con nuestras solas fuerzas, sino auxiliados y fortalecidos por tu Gracia. Amén.

martes, 29 de septiembre de 2020

CAMBIA MI CORAZÓN, SEÑOR


El pecado no está afuera porque lo de afuera no me contamina. El pecado está dentro de cada uno de nosotros y vive en nuestro corazón. Un corazón herido y contaminado por el pecado, que, dentro de nosotros, nos arrastra a la desobediencia y al rechazo de la Voluntad de Dios. De modo que, la batalla no se fragua ni se libra afuera, sino dentro de nosotros, concretamente en nuestros corazones.

Sabido y aceptada es esa batalla dentro de mí, Señor, te pido fortaleza, perseverancia y sabiduría para sostenerme firme, bien intencionado y no acceder ni desfallecer a las tentaciones y seducciones que este mundo me propone y con el que mi corazón, débil y frágil, es amenazado y tentado. Me experimento pequeño, débil e indefenso como si de un niño se tratara y, te suplico, Señor, que mi ángel de la guarda me proteja y me señale claramente el camino de mi salvación.

Sé que ha estado presente en todo momento en mi vida y lo he experimentado en esos momentos donde mi vida ha sido amenazada y puesta en peligro. No solo física, sino también espiritualmente. Señor, te doy gracias por su presencia y abro mi corazón a acogerlo y a dejarme conducir por sus ordenes, pues sé que vienen enviados por ti. Amén.

lunes, 28 de septiembre de 2020

LA LÓGICA HUMANA DEL PODER

 

Nuestra lógica está muy relacionada con el poder, la fuerza y la riqueza. Son más grandes los poderosos, los que tienen fuerza y riquezas. Desde esa perspectiva, todos queremos más como reza la canción. Y los apóstoles previniendo la ausencia de Jesús se disputan los primeros puestos. Quieres ocupar los lugares de mando y ser los primeros. Se entiende desde la lógica humana, pero no desde la lógica de Dios.

Jesús, aprovechando esa discusión, toma un niño, símbolo de pureza, de ingenuidad, de pequeñez, de debilidad, de insignificancia y pobreza de todo lo que significa poder y tener, y lo sitúa en medio de todos diciéndoles esto: (Lc 9,46-50): En aquel tiempo, se suscitó una discusión entre los discípulos sobre quién de ellos sería el mayor. Conociendo Jesús lo que pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, y les dijo: «El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe a Aquel que me ha enviado; pues el más pequeño de entre vosotros, ése es mayor»...

 El Reino que viene a establecer Jesús, enviado por su Padre, no es un Reino de poder, de fuerza ni de riquezas. Todo lo contrario, es un Reino de justicia, de amor y de paz apoyado en la verdad y, sobre todo en el amor. Un Reino contrario a la lógica humana  y a los poderes de este mundo, donde los más fuertes y poderosos son los importantes y los pequeños, los insignificantes, los pobres e indefensos son los desechados, explotados, invisibles y objetos de marginación y desprecio.

Preguntémonos, ¿cuál es nuestra lógica, la humana o la que nuestro Padre Dios nos propone? Y, reconociendo nuestra debilidad e inclinación a dejarnos seducir por los poderes de este mundo, pidámosle la Gracia de saber resistirnos a esa tentación y a permanecer fieles a ocupar los últimos puestos de servicio y amor a los demás. Amén.

domingo, 27 de septiembre de 2020

LA PUERTA SIEMPRE ESTÁ ABIERTA

 

Hasta el último momento siempre hay vida. Esa es la palabra que siempre hemos oído y que nos llena de esperanza. Siempre hay esperanza mientras haya vida y siempre habrá una nueva oportunidad de salvación que, el hecho de estar vivo, nos ofrece por el Amor de nuestro Padre Dios. La puerta en el corazón humano la mantiene siempre abierta nuestro Padre Dios. Su Amor es Infinito y su Paciencia Ilimitada.

Por tanto, siempre existe la posibilidad de abrirse en la espera paciente de nuestro "Sí" a su obediencia y a su llamada. La esperanza - repetimos - es lo último que se pierde y esa esperanza está sostenida y mantenida en y por el Amor de nuestro Padre Dios. Siempre, pues, estamos a tiempo de abrirnos a la llamada del Señor, porque, Él nos llama misericordiosamente y pacientemente perdonándonos todos nuestros errores y pecados.

Y, postrados y abandonados a su Infinita Misericordia, queremos, Señor, darte gracias por tu paciencia, por tu llamada y por tu Misericordia, que nos abre tu corazón al perdón de nuestros pecados. Reconocemos, y postrados damos gracias, que sin ella nuestra salvación sería utópica y, por tanto, imposible salvarnos. Estaríamos condenados sin ninguna posibilidad de salvación.

Por tanto, Señor, gracias, y aprovechamos para pedirte fortaleza y perseverancia para no desobedecerte y volvernos atrás y resistirnos siempre al no afirmándonos siempre al "Sí". Amén.

sábado, 26 de septiembre de 2020

TRAS EL DOLOR VIENE EL GOZO ETERNO

 

Nuestro corazón debe estar vivo y pendiente del gozo que nos espera tras la cruz. Es la Voluntad del Padre que pase primero por la Cruz para luego, tras la Resurrección, vivir eternamente el gozo eterno. Aceptar esto es aceptar nuestra cruz. Porque, ese es el camino que nos propone Jesús. Un camino que transcurre por el Gólgota y termina en el Calvario crucificado en la Cruz.

No cabe duda que nos cuesta entenderlo, pues, viendo a Jesús hacer obras y milagros que desprenden admiración y hacen tanto bien, no podemos imaginar que termine condenado y, menos, crucificado en la Cruz. También a nosotros nos sucede algo parecido, no entendemos por qué tenemos que sufrir y, por supuesto, nos da miedo enfrentarnos sumisos a ese camino crucificado.

Por eso, Señor, postrados a tus pies, te pedimos la fortaleza, la paz y la sabiduría de, si no entender, sí aceptar la Voluntad del Padre. Una Voluntad que pasa por compartir las cruces de mi vida con la Cruz de su Hijo, reconociendo mis debilidades y pecados. Por tanto, Señor, te pido que fortalezcas mi voluntad e ilumines mi entendimiento para que sepa en todo momento aceptar y agarrarme fuertemente a tu Hijo, Camino, Verdad y Vida, para compartir en y con Él mis cruces. Amén.

viernes, 25 de septiembre de 2020

LA ORACIÓN, EL SUSTENTO DE TU CRUZ

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

No hay otro alimento para el cristiano que la Eucaristía y la oración, porque la una se complementa con la otra. La oración es el alma que te conduce a relacionarte con el Señor, y la Eucaristía es el alimento de esa alma que se hace vida en ti configurándote con Xto. Jesús. Por tanto, la oración es el sustento de nuestra cruz, entendiendo nuestra cruz como ese camino de renuncias y sacrificios con la que entregas tu vida al servicio y por amor a los demás. No basta nuestra fortaleza ni nuestra actitud, pues, somos débiles y proclives a dejarnos seducir por nuestras propias pasiones y a vivir instalados en el confort y las comodidades.

Necesitamos perseverar en la oración, pues es ella la que nos irá dando las fuerzas y la fe que necesitamos en cada instante para superar las tentaciones y las amenazas que tratan de hacernos caer en el pecado. La cruz pesa y amenaza con doblarnos nuestra espalda dejándonos a merced del diablo. Jesús no da ejemplo en el Evangelio de hoy: Lc 9,18-22): Sucedió que mientras Jesús estaba orando a solas, se hallaban con Él los...

Indudablemente, necesitamos la Gracia y la Fuerza de la oración para superar toda adversidad que la esclavitud del pecado nos presenta. Pidamos, pues, la Gracia de ser perseverantes en la oración y nunca desfallecer para que, adheridos a la cruz de Xto. Jesús podamos sostenernos firmes en su Palabra y cumplir su Voluntad. Amén.

jueves, 24 de septiembre de 2020

SOSTÉNME, SEÑOR, CERCA DE TI

 

Es verdad que todos tenemos un corazón lleno de amor, de bastante amor. Y eso es así porque hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Luego, si Dios lo definimos como "Amor", nosotros, semejantes a Él somos también amor.

Ahora, nuestro amor está contaminado por el pecado y nuestra naturaleza es débil. Por tanto, mientras Dios, nuestro Padre, es Inmutable y Amor Eterno, nosotros podemos pasar del amor al desamor. Y cuando nos ocurre eso sucede que estamos alejados de Dios y más cerca del demonio.

La recomendación es obvia, necesitamos estar cerca del Señor y perseverar en su Palabra y Sacramentos - Reconciliación y Eucaristía - para, sostenidos en Él, quedar fuera del alcance e influencia demoniaca que nos persigue y trata de apartarnos de su presencia. Y, para eso, se hace necesario estar en actitud de búsqueda y de acercamiento a la Perdona de Jesús, para que, desde Él, su Palabra nos fortalezca y nos dé la fuerza y voluntad de seguirle, de escucharle y de conocerle.

Conocerle, cada día de nuestra vida, un poco más hasta el punto de que sea Él quien ocupe el centro de nuestro corazón. Pidamos, pues, la Gracia de que todo en nuestra vida pase a un segundo plano y solo me quede lo necesario para que el Señor Jesús sea el centro y la roca donde nuestra vida se apoye. Amén.