Porque de nada me vale ser sanado ahora y luego perderme en la eternidad. Quiero, Señor, ser curado ahora, porque no lo puedo evitar. Busco el pan de cada día y la salud en este mundo. Me cuesta sufrir y padecer, pero sé que tengo una cruz y que he de cargar con ella.
También sé que aunque sea sanado ahora, me llegará el día de mi hora y tendré que padecer la muerte como has hecho Tú, Señor. Por eso, te pido que abras mis ojos e ilumines mi mente para que vea. Vea el verdadero alimento que no es el de las necesidades de este mundo, que sí que lo necesitamos, pero más importante es el alimento que salta hasta la vida eterna.
Dame, Dios mío, a beber de esa agua para no tener nunca más sed, porque la de aquí abajo no me llena plenamente. Vuelvo a sentir ser. Mantenme firme en la perseverancia de buscar y estar siempre en la actitud de apagar esta sed de aquí abajo, porque de esa manera estaré siempre buscándote y caminando a tu lado llegaré un día a alcanzar esa agua que satisface la sed para siempre.
1 comentario:
Amén.
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