Dame, Señor, la valentía y la fuerza de no parar nunca en buscar la verdad. Verdad que iguale a los hombres, que haga justicia en igualdad de oportunidades, de derechos, de responsabilidades y oportunidades para todos.
Que cada cual sea libre para tomar sus propias decisiones, decisiones que busquen la verdad y el bien, porque solo la verdad busca el bien de todos, pues en la mentira se esconde el mal y la injusticia. Y es en la verdad donde encontramos la libertad. Libertad que se define en buscar el bien de todos los hombres.
Señor, enciende mi corazón y llénalo de verdad, verdad que me libere de todo aquello que impide que este mundo sea mejor y viva en paz. Verdad que busque la concordia y la dignidad de toda persona humana. De tantos niños inocentes víctimas y reos de muerte en el seno de sus propias madres.
Señor, dame la sabiduría y la perseverancia de escuchar y hacer vida en mi vida esas palabras de Juan en el desierto: «Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será
rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y
las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de
Dios».
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