Sólo no encontraré el verdadero camino y temo perderme entre muchos caminos que el mundo me ofrece llenos de aparente felicidad y de bienestar caduco y egoísta. Son caminos llenos de mentiras disfrazadas de verdades que te hablan de gozo y felicidad que esconden amargura, tristeza y vacío. Son caminos arrogantes de entendidos y sabios cuyas palabras son caducas y necias, pues buscan la sabiduría de este mundo, un mundo perdido, caduco y finito.
Dame Señor la sabiduría que viene de Ti, recibida del Padre que ha elegido a los sencillos y humildes, para en su Luz encontrar el camino verdadero que conduce al conocimiento de la Verdad. A Ti acudimos, Señor, cansados y agotados de la dureza diaria del camino, del peso de nuestros pecados y la carga de nuestras dudas y miserias.
Porque en Ti, Señor, encontraremos las fuerzas y entereza para sobre llevar las cruces de nuestro camino que nos arrastran a abandonar y alejarnos de Ti. Señor, haz que descubramos los verdaderos caminos de la tierra, los que nos llevan a la paz y al diálogo, los que eliminan violencia y enfrentamientos.
Y eso pasa por aceptarnos y sabernos pecadores, sencillos y llenarnos de humildad. Y postrados ante Ti, Señor, suplicarte Misericordia. Amén.
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