Es el momento más peligroso que se nos puede presentar en nuestra vida, ¡y se nos presenta a cada instante! Nuestro camino está sembrado de dudas, de indecisiones, de interrogantes, de elecciones que nos someten y presionan... ¿Quién está fuera de haber dudado en muchos momentos de su vida? Dudamos todos, y diría que con repetida frecuencia.
Cada mañana al levantarnos nuestro corazón se abre en dudas y decisiones. Hay que tomar un camino, pero ese camino es incierto, sembrado de incertidumbre, de respuestas esperadas, de decisiones a tomar. Es un camino que demanda buscar seguridades, buscar respuestas ciertas... ¿Dónde encontrarlas? ¿En quién apoyarlas?
Los blogueros que hacemos el camino lo tenemos claros. "Descansar en el Señor", pero no por eso nos libramos de la amenaza y el peligro de la duda. Ella también hace el camino, y camina en el acecho de nuestros cansancios, de nuestros desfallecimientos, de nuestras debilidades... ¡Cuidado porque el síndrome de Tomás puede hacernos tambalear y perder la oportunidad de alcanzar la dicha de creer sin ver!
Por eso, creo, y lo he razonado, que Pilar ha estado muy acertada: "Sólo podemos estar seguros y en paz cuando descansamos en el Señor". Y ese descanso esta alfombrado por ese colchón formado por la Palabra, la Oración, la Penitencia y la Eucaristía. Apoyados y descansados en ellos gozamos del mejor de los sueños: "Vivir seguros en la Paz de Xto. Jesús.
Aprovechemos, en este rincón para orar, compartir nuestras oraciones de súplicas e intenciones para mantenernos unidos, fortalecidos y descansados en el Señor. Tú necesitas de mí, y yo de ti. Caminemos juntos sin olvidar que al compartir fortalecemos nuestra fe.
Notable diferencia: Si le preguntamos al alguien que sabe muy bien:
¿Dónde queda el hospital principal? Puede decirnos: siga 200 metros
hacia el norte y 300 hacia occidente y luego suba 15 metros... Quizás
logremos llegar. Quizás no. Pero si en vez de darnos eso respuesta nos
dice: "Sígame, que yo voy para allá", entonces sí que vamos a llegar con
toda seguridad. Es lo que hizo Jesús: No sólo nos dijo cual era el
camino para llegar a la Eterna Feliz, sino que afirma solemnemente: "Yo
voy para allá, síganme, que yo soy el Camino para llegar con toda
seguridad". Y añade: Nadie viene al Padre sino por Mí: "O sea: que para
no equivocarnos, lo mejor será siempre ser amigos de Jesús y seguir sus
santos ejemplos y obedecer sus mandatos. Ese será nuestro camino, y la
Verdad nos conseguirá la Vida Eterna".(Tomado de Santopedia, biografía de Santo Tomás).
Aprovechemos, en este rincón para orar, compartir nuestras oraciones de súplicas e intenciones para mantenernos unidos, fortalecidos y descansados en el Señor. Tú necesitas de mí, y yo de ti. Caminemos juntos sin olvidar que al compartir fortalecemos nuestra fe.
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