Porque tengo necesidad de convertir mi corazón egoísta en un corazón generoso, entregado y dado a servir a los demás. Enséñame, Dios mío, a ver la necesidad de amor donde yo solo veo mis satisfacciones, apetencias y egoísmos. Enséñame a estar presto, disponible, en actitud de buscar y no huir. Enséñame a complicarme la vida según tu Palabra y no la mía.
Enséñame, Dios mío, a ser mediador, mediador de paz, de apagar fuegos de envidia, de rencor, de soberbia, de codicia y de enemistades. A ser camino de tu Camino y a tenerte a Ti como meta principal. Enséñame Señor a ver tu Rostro en cada persona necesitada de ser escuchada, respetada, tratada en justicia y verdad y amada. Enséñame Señor a amar como Tú me amas.
Por eso, Señor, pongo mi corazón en tus Manos, y mi humilde y pobre voluntad a disposición del Espíritu Santo, para que, por su acción, sea capaz de responder como ese samaritano que el Señor nos pone de ejemplo hoy. Dame Señor la decisión, voluntad y generosidad de descubrir a mi prójimo tal y como lo descubrió ese buen samaritano.
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