Pienso que es lo lógico, es decir, que cabe en nuestra cabeza que no sepamos el momento ni la hora a la que vamos a ser llamados para analizar que ha pasado en nuestra vida. San Juan de la Cruz ha hecho famosa esa frase profunda y clara: "En el atardecer de la vida, nos examinaran del amor".
En realidad eso es lo que importa. No nos vamos a llevar nada de lo que aquí en la tierra acumulemos, sólo se irá con nosotros nuestras vivencias de amor. De ahí que lo importante es esperar la hora de nuestra llamada vivenciado el amor en cada instante. Ese amor que consiste en dejarnos para darnos.
Y esa es nuestra oración de hoy, la de pedir la sabiduría para, más que esperar y estar preocupados, vivir ya desde estos momentos la vivencia del amor que Jesús nos enseñó.
Danos Padre Eterno la paciencia, la constancia, la capacidad y voluntad de ser capaces de olvidarnos de nosotros para pensar más en los demás. Ya, entonces, no tendremos preocupación cuando Tú decidas venir a llevarnos contigo.
1 comentario:
Amen...
Que lindo texto.
Gracias y mil bendiciones.
Publicar un comentario