Cuando descubres que algo es de vital importancia para tu vida, ese algo cobra suma importancia en ella. Pero si se trata de que ese algo es la salvación total y eterna de tu vida en plenitud gozosa, ese algo debería ser lo primero y más importante de tu vida.
Hablamos del tiempo que dedicamos a relacionarnos y hablar (oración) con nuestro Padre Dios. Es lo más importante, y si todavía no lo hemos descubierto, pidámosle que nos lo dé, porque hoy nos dice el Señor que quién pide recibe, quién busca encuentra y a quién toca se le abre la puerta.
Si dudamos de ello, es prueba de que nuestra fe todavía es bastante incipiente. Eso se nota en el tiempo que dedicamos al Señor y en la actitud que lo hacemos. Pero no debe de preocuparnos, porque todo nos ha sido dado gratuitamente por nuestro Padre Dios. Por tanto, lo importante es pedírselo y confiar en que Él nos lo dará.
Padre Bueno, danos la sabiduría y la inteligencia de hablar contigo, de hablar para contarte todo lo que nos preocupa y también lo que necesitamos. Sabemos que Tú lo sabes, pero nos gusta decírtelo por nosotros mismos, pues así hablamos contigo. Pero también queremos escucharte, y eso nos cuesta más.
Te pedimos que nos enseñe a escucharte y a tener paciencia, pero sobre todo, a hacer tu Voluntad en el espacio de nuestra vida que nos ha tocado vivir. Con nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestra parroquia, nuestra familia...etc.
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Dame la Gracia de saber descubrirte en cada acontecimiento de mi vida y a compartirlo contigo, Dios mío.
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