Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 18 de marzo de 2014

LA CRUZ DE CADA DÍA



Al despertarme empieza mi lucha. La pereza de levantarme despierta mi conciencia y la avisa de que la lucha del nuevo día ha empezado. Descubro que los descompromisos son leña que la avivan, mientras que cuando el compromiso se hace presenta la pereza huye avergonzada. Por eso es bueno comprometerse aunque mi otro yo no le guste hacerlo.

Pero luego me asaltan mis otros yo que tratan de desviarme, de despertar en mí la conciencia de mi orgullo, de mi suficiencia, de mi vanidad y ego´simos. La guerra, declarada desde que mis ojos despiertan, se hace cada momento más intensa, más fuerte y más dura hasta el punto de parecerme imposible presentarle batalla. Sólo me quedas Tú Señor que sé que estás ahí y esperas mi llamada, mi oración, mi diálogo...

Y a Ti recurro Señor, y pronto, no podría explicarlo porque no tiene explicación, la brisa se hace presente y la paz sosiega mi espíritu. Tranquilo y sereno dispongo mi herido cuerpo a alabarte y bendecirte. Todo a mi derredor se hace oración, desde un simple arreglo de cama hasta servir y prepararme el desayuno. Todos mis torpes movimientos son ofrecidos desde mi pobreza en alabanza a Ti Dios mío. Y mis humildes reflexiones brotan de mis labios como dictadas por tu Espíritu de Sabiduría.

Y se hace de nuevo el milagro de cada día. En la humildad y sencillez, escondiendo mi pobreza en la Tuya, mi Señor, mi empobrecido cuerpo y mi humilde alma van tomando tu Fuerza y tu Gracia para desde lo más hondo de mi humilde rincón darte gracias por esforzarme vivir en tu presencia y entre los hombres, sin que yo sea visto y Tú seas mi única carta de presentación.

Experimento tu Gracia y tu presencia Señor y eso esconde todas mis presuntuosas acciones  y pecados.

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