Es lo único que motiva mi vida: Esperar en la esperanza de encontrarme despierto, vigilante y con mi alcuza llena de aceite. De ese aceite que pruebe el haberme dado, el haberme entregado y compartido todo lo que de Ti he recibido, con los demás.
Pero eso supone que tendré que estar presto y vigilante y con mi lámpara encendida y previsto, con la alcuza llena, para evitar
que se me apague la lámpara. Lámpara que alumbra mi vida y la sostiene en la Luz que da sentido y la llena de esperanza
Perdona, Dios mío, mi soberbia, mi orgullo, mi presuntuosa fachada
altanera y prepotente. Cambia mi osadía de aparentar ser cuando no soy, e
inúndame de la humildad de reconocer lo que verdaderamente soy y de
querer cambiar según tu Voluntad..
Y sólo Tú, Señor, provees mi lámpara del aceite y nadie más. Por eso, ese aceite que solo sale de Ti nadie lo puede compartir con otros, porque es la Fe que sólo Tú Señor nos puedes dar. Alumbra nuestra vida Señor y aumenta y llena nuestras alcuzas de ese aceite que nos mantiene vigilante e injertados en Ti.
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