Pedro contestó certeramente, pero su lengua fue movida por el Espíritu Santo, pues no comprendía que el camino del Mesías era un camino de Cruz. Sus pensamientos no coincidian todavía con los pensamientos de Dios. La idea de su Mesías era otra diferente a la Idea de Dios.
Pero siguió ahí, y pronto empezó a comprender, con las enseñanzas de Jesús, que el camino de salvación es un camino de cruz. Un camino de pruebas de amor, porque el amor solo se prueba y se descubre en la cruz. Ahora, Señor, yo te pido que me mantengas como Pedro junto a Ti, y me fortalezcas mi fe para sentir lo que quiero sentir y no lo que no quieroí
Porque, como Pablo, hago y siento lo que no quiero, y dejo de hacer y sentir lo que quiero, que es creer en Ti firmemente y vivir en tus Mandatos y Voluntad. Convierte mi corazón apegado a las cosas de este mundo, en un corazón desprendido y crucificado en el servicio de los demás. Experimento que no podré lograrlo sino por tu Gracia, y en esa esperanza pongo todos mis esfuerzos.
Dame la paciencia y la perseverancia de no desesperar y aceptar mis fracasos, mis apegos y debilidades con total resignación esperanzada en que, por tu Gracia, seré transformado.
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