Eso es lo que te pido, Señor: "Vivir tu Voluntad en cada instante", porque eso colmará mis deseos y gozos, y me llenará de paz y felicidad. Sé que me es difícil, por no decir imposible, lograrlo con mis solas fuerzas, pero también sé que contigo puedo lograrlo.
En contra, tengo mis debilidades y apegos por mi naturaleza caída. Me descubro pecador e incapaz de merecer tu Gracia, Dios mío, y me siento privilegiado y agradecido por ser foco de tu Amor y de tus debilidades. Gracias por darme fuerza y aliento en el Espíritu de poder decirte, valga la redundancia, gracias.
Experimento que salen de mi boca palabras que no llego a comprender su grandeza ni su alcance. Siento el impulso del Espíritu que me anima y me sostiene, y desata mi lengua, ilumina mi mente y libera mis palabras que parecen brotar desde mi corazón.
Es como si Tú vivieras en mí, y siento miedo por mi pobreza, por mis pecados, por mis miserias, por tanta poca cosa. ¿Cómo puedes quererme tanto, Señor? Jamás lo entenderé, y no me atrevería ni a pensarlo si no fuese promesa de tu Hijo Jesús.
Señor y Padre nuestro, en Ti espero y pongo todas mis esperanzas y en ti confío. Por eso vivo y camino contra corriente, a pesar de mis tropiezos, debilidades y sufrimiento. Sé que detrás de todo eso estás Tú esperándome y me lleno de gozo y felicidad el saber que llegará el momento de encontrarme entre tus brazos para vivir una vida eterna de gozo y felicidad.
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