Creo Señor que puedes sanarme, pero me tiembla el pulso mientras espero tu sanación. La tentación de dudar tambalea mi ser y acrecientas mis dudas, pero, a pesar de no ser digno de que vengas a mí, quiero seguir creyendo que lo haces y me salvas.
Aumenta nuestra fe Señor y fortalece nuestro espíritu. Llénanos de esperanza de salvación, pues solo en Ti podemos encontrar el Médico que sana eternamente a todas las almas. Dame perseverancia, constancia y confianza en permanecer en tu presencia esforzándome en vivir para servir y no para servirme o ser servido.
Confío en tu Gracia Señor y permanezco esperándote a pesar de mis indecisiones, debilidades o fracasos. Sé que solo en Ti puedo encontrar la curación que busco, la del cuerpo y la del alma, y en tus Manos me pongo. También, de la mano de tu Iglesia, camino junto a ella, porque en ella encuentro la fuerza de intercesión que me da el vivir amándonos como Tú nos has enseñado.
Aumenta nuestra fe para que fortalecidos en ella podamos demandar tu salvación seguros de que Tú puedes salvarnos Señor.
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