Siempre hay quienes han sabido seguir el rastro. Las películas del oeste de mi juventud presentan este oficio de rastrear las huellas de los que se buscaban. Y hoy, aunque con medios más sofisticados, las huellas dejan conocimiento de nuestros pasos y caminos.
Por eso, se me ha ocurrido titular esta humilde reflexión: "En el camino dejas huellas", porque cuando caminas dejas el testimonio de tu caminar y de tu vivir. Y se hace necesario caminar, caminar en la verdad y en la Palabra de Dios. Es decir, vivir en su Voluntad.
Porque cuando lo haces así, o te esfuerzas en vivirlo según Él, tu camino deja huellas, huellas de la Verdad; huellas de la Palabra; huellas de tus acciones y de que está cerca el Reino de Dios.
Pidamos con esperanza y confianza que el camino de nuestras vidas sea un camino vivido según la Voluntad del Padre. Un camino alegre y de fiesta, porque no es otra la meta sino la verdadera y única Fiesta, a la que todos estamos invitados y llamados a proclamar y dar a conocer. Por eso, ya de camino y en el camino, y desde este humilde blog, invitamos a todos, Blogueros y no blogueros, católicos y no católicos, amigos y enemigos sin exclusión ninguna, a caminar hacia la única Fiesta que todos buscamos: la vida eterna.
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