Caminaré siempre en tu presencia por el camino de la vida. Te entrego, Señor, mi vida, hazla fecunda. Te entrego mi voluntad, hazla idéntica a la tuya.
Caminaré a pie descalzo, con el único gozo de saber que eres mi tesoro. Toma mis manos, hazlas acogedoras. Toma mi corazón, hazlo ardiente. Toma mis pies, hazlos incansables.
Camina, Señor, conmigo; Acércate a mis pisadas. Hazme nuevo en la donación, alegría en la entrega gozo desbordante al dar la vida, al gastarse en tu servicio. Amén.