Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 6 de abril de 2016

PREFERIMOS LO MALO A LO BUENO



Hoy empezamos, Señor, pidiéndote el discernimiento de lo que es realmente bueno. Nosotros no sabemos, aunque pensamos que sí. Ese es nuestro principal pecado y error grave. Creernos suficiente para discernir lo bueno de lo malo. Nuestro gran error, preferir las cosas y valores que nos ofrece el mundo antes que las que nos das Tú. Nos quedamos en las tinieblas y rechazamos la Luz. ¡Qué gran disparate!

Sin darnos cuenta rechazamos tu presencia y tu Amor por unas cuantas cosas materiales que creemos nos van a dar la felicidad, y, al cabo de poco tiempo, nos damos cuenta que eso no es sino más de lo mismo. Una carrera de locos buscando felicidad en cosas caducas que perecerán en el tiempo y que nunca nos llenaran de gozo, felicidad y paz. ¡Qué gran disparate, Señor!

Y seguimos con los disparates cuando creemos poder engañarte y ocultarnos de tu presencia actuando de forma diferente lejos de Ti y de otra forma en tu presencia. La doble vida, una para Dios y otra para el diablo. La Verdad siempre prevalecerá y la mentira siempre será descubierta. 

Hay momentos que, permaneciendo en la Luz, sabes valorarla y experimentas penas y tristeza cuando ves a muchas personas ilusionadas con la riqueza, el confort, suntuosas casas y comodidades que luego les dejan vacíos y les complican la vida, porque les mueven a obrar mal y a engañar o explotar a otros. Al final, mantener ese estatus de riqueza y bienestar aparente te esclaviza y te mortifica la vida, y hasta es una tentación para aquellos que buscan también las tinieblas apoderándose de lo ajeno.

Pidamos al Señor que nos de la sabiduría de discernimiento y de encontrar siempre la Luz del Espíritu de Dios que nos ilumine para distinguir lo bueno de lo malo; lo que perdura, de lo que es efímero y caduco; lo que nos salva y eterniza, de lo que esclaviza y mata. Pidamos la Luz de la Verdad para que sepamos alejarnos de la mentira y de todo aquello que nos enfrenta y aleja del Señor. Amén.

martes, 5 de abril de 2016

¡¡CAMBIA MI VIDA, SEÑOR!!



No hay otra petición más urgente y necesaria que pedirte, Señor, sino que cambies mi vida. Porque mi corazón humano es pecador, y su tendencia es a olvidar las cosas buenas que Tú has puesto en él y a buscar las malas. Pablo decía que hacía lo que no quería y dejaba de hacer lo que le gustaría hacer. Y a mí me ocurre igual.

 Mi conciencia me despierta descubriéndome lo que podía mejorar o intranquilizándome y advirtiéndome que esté vigilante para no caer en tentación. Y todo eso me mortifica, me preocupa y somete a una tenaz y constante lucha cada día. Y eso desgasta, cansa y enciende la tentación de abandonar. Por eso, Señor, te pido fortaleza, sabiduría, paciencia y valor para perseverar y no desfallecer.

Necesito cambiar los valores de mi corazón hechos a los criterios de este mundo. Por eso, aciertas y tienes razón, Señor, cuando me dices que debo nacer de nuevo. Porque, sólo con un corazón nuevo mi vida puede cambiar y experimentar y sentir de forma nueva. Y abrirse a la acción del Espíritu Santo sometiéndose a su Voluntad. Pero, ¿cómo hacerlo Dios mío?

Experimento tu presencia y necesito tu acción. Cambia, Señor, mi corazón y dales fuerzas, capacidad, valor y todo lo que necesite para servir a los demás según tu Palabra. Porque yo experimento mi pobreza y la falta de todo lo que necesito para ser paciente, bondadoso, comprensivo, escuchante, generoso o misericordioso y sin tu ayuda nada puedo. Por eso, Señor, ábreme el corazón y sopla sobre mí para que el Espíritu Santo more en mí, y también en todos aquellos que se abran a tu Amor.

Ayúdanos a permanecer vigilantes y atentos, con paciencia y serenidad, y a saber esperar, confiados tu presencia y tu acción, conscientes de que el Espíritu de Dios está con nosotros y quiere salvarnos, porque esa es su misión. Gracias, Señor, por tanto Amor. Amén.

lunes, 4 de abril de 2016

ORAR NO ES COSA DE PALABRAS


Es verdad que las cosas se dicen y se piden con palabras, pero las palabras descubren sentimientos y nacen de experiencias que se experimentan, valga la redundancia, en lo más profundo del corazón del hombre. Y mientras no se experimente la necesidad de alabar y glorificar, así como de depender y pedir al Señor, nuestro Padre Dios, la oración saldrá fallida, incompleta o sin contenido.

La oración necesita el tiempo del descubrimiento de Dios. O lo que es lo mismo, de un encuentro con el Señor. No puedo orar con aquel que no conozco, ni del cual tengo experiencia de su muerte, pero sobre todo, de su Resurrección. Mientras los discípulos no experimentaron la Resurrección del Señor no se habían enterado de nada. Igual nos puede suceder a nosotros.

Jesús ha Resucitado. Sí, ese Jesús que se hizo Hombre y nació del vientre de María concebido por el Espíritu Santo. Sí, ese Jesús que fue ofrecido a María como su Hijo y que desvió los planes de aquella joven sencilla y humilde que aceptó ser su Madre según los planes del Padre. Una joven que, preparada por el Espíritu Santo, abrió su corazón a la llamada de Dios.

Tú, querido amigo y lector de esta humilde reflexión, no eres menos. Ni Tú ni yo. Somos hijos de ese Dios que anunció a Maria la concepción de su Hijo por obra y Gracia del Espíritu Santo. Y, quizás, por tu ansías y ganas de buscarles, y a través de estas humildes reflexiones de otro, que también le busca, estamos siendo llamados, como María, a responderle al Espíritu de Dios. No debemos asustarnos. También a nosotros el Ángel nos susurra que no temamos. Es el Señor quien nos llama y nos promete enviarnos como Él mismo fue enviado.

Creamos en Él. Abramos nuestros corazones sin aspaviento ni emociones. Tranquilos y en paz. Él nos saluda siempre así: "Paz a vosotros". Y el Espíritu de Dios transformará nuestros corazones de piedras en corazones de carnes, disponibles y dispuestos a amar como el mismo Jesús nos amó. Amén.