Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 5 de febrero de 2021

A ESO

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 
 
José María Rodríguez Olaizola, S. J

 

A eso de caer

y volver a levantarte.

De fracasar y volver a comenzar.

De seguir un camino

y tener que torcerlo.

De encontrar el dolor

y tener que afrontarlo.

A eso no le llames adversidad.

Llámale sabiduría.

A eso de saberte impotente,

de fijarte una meta

y tener que seguir otra.

De huir de una prueba

y tener que encararla.

De planear un vuelo

y tener que recortarlo.

De aspirar y no poder,

de querer y no saber,

de avanzar y no llegar.

A eso no le llames castigo,

llámale enseñanza.

A eso de pasar días juntos radiantes.

Días felices y días tristes.

Días de soledad y días de compañía.

A eso no le llames rutina.

Llámale experiencia.

A eso de que tus ojos miren

y tus oídos oigan.

Y tu cerebro funcione

y tus manos trabajen.

Y tu alma irradie,

y tu sensibilidad sienta.

Y tu corazón ame.

A eso no le llames poder,

llámale milagro.

(José María R. Olaizola)