Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 4 de agosto de 2017

A PESAR DE, SEGUIRÉ HABLANDO DE TI


HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA


Esa es la experiencia, no sólo de mi vida, sino la de todos. Incluso, la de Ti, mi Señor Jesús. Nos es bastante difícil proclamar en nuestros círculos más íntimos. Lo he probado en mis propias carnes, y lo he visto y oído de otros compañeros. Nuestros hijos, no sólo no siguen nuestros pasos, sino que no nos hacen caso alguno. Y, al respecto, nada podemos hacer. Sólo una cosa, seguir hablando de Ti y esforzándonos en ser más parecidos a Ti cada día.

Ese es nuestro camino y nuestra lucha. Experimentamos que en otros lugares ajenos a los nuestros, nuestra humilde palabra es mejor acogida y aceptada. Se cumple así lo que Tú, Señor, dijiste: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio». Algunas razones deben existir para que eso sea así, y se me ocurre pensar que la razón está en la convivencia. Y es que cuando se convive, emerge lo bueno, pero, también lo malo. Y, los cercanos, destacan lo malo más que lo bueno. Quizás, porque se encuentran con derecho de exigir, a pesar de haber recibido tanto.

Ocurre como contigo, Señor. Todo lo hemos recibido de Ti y, sin embargo, nos parece que te hacemos un favor acogiéndote y aceptándote. Inconscientemente, nos creemos merecedores o en el derecho de que se nos conceda aquella que creemos necesitar. Pero, ¿qué derecho tenemos?

Igual pasa con nuestros padres y familia. Nos creemos con derecho a que nos den y nos permitan muchas cosas, y si no es así, nos revelamos. Ese es el origen de muchos pleitos familiares. Igual nos ocurre con Dios. No aceptamos tan fácilmente la palabra de un familiar que la de un forastero. Al que damos crédito de forma más fácil y amable.

Pidamos que, a pesar de las dificultades, seamos perseverantes y mantengamos, pacientemente, nuestra lucha diaria, tanto con los cercanos como alejados, desde la Palabra y el testimonio. Y, a pesar de que la cosecha sea invisible o muy poco fructífera, confiemos que el Sembrador y Recolector es el Señor.