Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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domingo, 28 de febrero de 2016

ES TIEMPO DE CONVERSIÓN




Si no os convertís

Terrible amenaza: «Si no os convertís, todos pereceréis». 
Esta higuera lleva tres años sin dar frutos, pues bien ¡vamo a arrancarla!
Afortunadamente, la higuera tiene un defensor: vamos a abonarla
 y labrar la tierra para darle una nueva oportunidad.
Es hora de preguntarse, en el corazón de la Cuaresma, si de
verdad hemo decidido dejarnos convertir.

Dios, Tú que eres paciente y lento para enfadarte,
conoces mis resistencias. Si  «muero», no será,
será porque he cerrado las puetas a la fuente
de la Vida que emana de Ti. Abóname en
abundancia con tu Gracia para que 
puedavivir y dar fruto.

tercer domingo de Cuaresma
28 de febrero de 2016
Parroquia de San Gines Obispo - Arrecife

lunes, 11 de enero de 2016

LAS MEJORES REBAJAS DE MI VIDA



No soy propenso a rebajas, ni tampoco amigo de atropelladas colas por conseguir algún objeto, que luego en muchos casos no sirven para mucho. Al menos no arreglan de forma perpetua tu vida. Y no digo que no valga la pena aprovecharse, pero ordenadamente y con pausa y civilizadas colas. Al final con muchas cosas te puedes remediar.

Ahora, la oferta que propone Jesús es de otra galaxia. No se trata de un remiendo, sino de la eternidad. Significa eso que de conseguir esa conversión, lo propuesto, estaría toda la vida arreglada. Ahí sí vale la pena molestarse, atropellarse si es necesario, y guardar colas del tipo que sea. Jesús es irrenunciable, y su Palabra de salvación lo justifica todo. Todo, referido a sacrificios, penitencias y sufrimientos y todo aquello que sea necesario.

Porque lo que Jesús predica y proclama es el Amor. Él es Amor y donde reside el Amor no hay atropello, ni abusos, ni desorden, ni algarabías, ni impaciencias. El Amor lo soporta todo, porque el Amor se da gratuito y sin condiciones. Por eso, seguir a Jesús está siempre justificado, porque en Él siempre hay Amor y bondad. Nunca pecado ni malicia, ni segundas intenciones.

Por eso, Señor, yo quiero tus amorosas e inmejorables rebajas de amor. Yo quiero tomar todo lo que Tú me ofreces y hacerlo vida de mi vida. Yo quiero revestirme de los vestidos amorosos que me regalas y que me invitas a llevar puestos y muy adentro de mi corazón, para respirar al unísono Contigo y sentirme parte de Ti. Yo quiero todo lo que Tú me ofreces, y quiero convertirme y creer fielmente en tu Palabra.

Pero, sé, Señor, que no es fácil. Mi vida está prisionera, sometida y esclavizada por los apetitos, pasiones y sentimientos de mi cuerpo, y no los soportos sin Ti. Necesito tu Gracia para que mi conversión y fe sean firmes y se puedan sostener. Dame esas fuerzas y alientos de tu Espíritu para que en Él me sienta fuerza y nada pueda conmigo. Gracias, Señor, porque Contigo seré mayoría aplastante ante las fuerzas del mal. Amén.

domingo, 8 de noviembre de 2015

¡CUÁNTO ME CUESTA DARME!



Es verdad que dar no cuesta mucho. Sobre todo cuando se tiene. Hay mucha gente que reparte y comparte muchas cosas, y les dan el calificativo de buenas personas. Y no digo que realmente lo sean. Creo que sí, que lo son. Pero, también creo que lo que nos pide Jesús no es simplemente dar y compartir, sino darnos totalmente nosotros.

La conversión es un vuelco total del corazón. Es dejarlo todo, como el ciego Bartimeo, y de un brinco, soltar el manto, y correr tras Jesús. Y, al menos a mi pobre juicio, no creo que, por lo menos yo, esté en esa actitud o intención. Otra cosa es que lo desee, pero me experimento prisionero y esclavo de mis mismas pasiones, ambiciones y humanidad pecadora. No me hace falta descubrirme pecador, porque en esas cosas lo experimento.

Me cuesta dar, y aunque comparto y doy, no sé exactamente en qué medida lo hago. ¿Estaré en ese nivel de aquella pobre viuda? ¿Estará Jesús mirándome con esos ojos como a la pobre viuda? Pero si descubro la necesidad de orar, de pedirle que convierta mi corazón, que lo despegue de todas esas pasiones humanas que lo aprisionan, y que lo haga más generoso y misericordioso.

Y eso, creo, que es, no bastante, pero si importante para continuar el camino. No somos lo suficientemente pobres para quedarnos tranquilos y satisfechos. Ni creo que lo conseguiremos, pero nos llena de esperanza la buena intención de estar intentándolo, y de sabernos perdonados, en su Misericordia Infinita, por el Señor. Supongo que, llegados a la Casa del Padre, seremos totalmente libres para dejar escapar toda la caridad que ahora anhelamos y que no podemos.

Gracias Señor por darnos esperanza y luz para, en lugar de declinar y abandonar, ilusionarnos en seguir, erre que erre, tratando de asemejarnos a Ti. Conviértenos Señor.