Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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martes, 18 de febrero de 2020

TODO GUARDADO EN MI CORAZÓN HASTA QUE TÚ DECIDAS, SEÑOR

Sé que es mi mayor tesoro, pues todo lo que puedo obtener y conseguir de este mundo son tesoros perecederos y que no satisfacen el ardiente deseo de mi corazón. Sólo tu Palabra, Señor, lo llena plenamente y le da ese deseo inmenso de Vida Eterna. Por eso, aunque mi capacidad de entendimiento no alcanza a entenderte, quiero, como tu Madre - Lc 2, 19-51 -  guardarlo dentro de mi corazón y esperar, por Inmensa Bondad y Misericordia, entenderlo cuando Tú, mi Señor, dispongas.

Resultado de imagen de Mc 8,14-21Gracias, Señor, por darme la sabiduría de esperar con verdadera esperanza, valga la redundancia, las bondades de tu Inmenso Corazón. Porque, todo lo que Tú me das, Señor, es lo mejor que me pueda pasar y lo que más conviene a mi pobre e imperfecto corazón. Por eso, en este camino incierto e inseguro, te pido, Señor, que la cuerda a la que me asiste sea la que Tú me propones y la que viene de Ti.

Porque, el mundo me propone muchas soluciones que, al final, te dejan vacío y te engaña. Yo sólo quiero fiarme de Ti, Dios mío, y seguir tus mandatos y tu Palabra. Seguir tus enseñanzas y, a pesar de los riesgos que mi vida tenga que asumir y sufrir en este mundo, confiar en que, al final, tu Palabra me llevará a esa Vida Eterna, plena y gozosa en plenitud. Gracias, Señor.