Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 14 de abril de 2017

TANTO Y HASTA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA


Jesús lo da todo. Tanto nos amó y nos continúa amando que entrega su Vida. Y su Amor no tiene límites, pues nos ama hasta el extremo de darse sin condiciones e íntegramente. Jesús se da todo, se entrega, se parte y se reparte. No hay más que hacer. Todo está consumado, acaba diciendo clavado en la Cruz, porque se ha dado plenamente.

Y lo ha hecho, y lo hace cada día en cada Eucaristía cuando actualiza su Sacrificio por amor. Se nos entrega, se nos parte y reparte. No hay más que dar. Está dicho y hecho todo, lo máximo. Por eso también nos pide lo máximo de nosotros mismos. Nos pide nuestro entregarnos; nuestro partirnos y repartirnos. Darnos como Él se nos da a cada uno de nosotros.

No cabe duda que nos resulta dificilísimo. Es más, diría imposible por nosotros mismos, porque nuestra naturaleza humana está herida y sometida por el pecado. Pero, por su Amor y su Sacrificio por nosotros, ha logrado que la Misericordia del Padre nos salve y nos perdone. ¡No se puede dar más!

Por eso, Señor, conscientes, por tu Gracia, que nos salva por Amor, por un Amor incomprensible y que nosotros no podemos entender ni merecer, nos postramos a tus pies y te pedimos perdón por todos nuestros pecados, errores, fracasos, limitaciones, impotencias, necedades, soberbia, egoísmos, ignorancias, y rechazos. Esperamos expectantes y humildes que tu Amor nos perdone y nos salve, y a tus pies caemos postrados implorando tu Infinita Misericordia.

Arrepentidos, Señor, de tantos pecados de todo tipo, y tantas omisiones por perezas, comodidades, egoísmos y gandulerías, caemos rendidos ante Ti implorando y rogando nuestro inmerecido perdón. Gracias, Señor, que, entregándote por nosotros a una muerte de Cruz, has pagado nuestro inmerecido rescate y ganado para nosotros la Gloria Eterna. Danos la Gracia y la capacidad de no desaprovecharlo y permanecer en Ti. Amén.