Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 19 de febrero de 2021

¡EN DÓNDE TENGO FIJADO MI CORAZÓN?

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

Cada día y a cada momento podemos hacer un diagnóstico de la elección de nuestro corazón. De esta forma tan sencilla y al alcance de nuestra mano podemos descubrir cuáles son nuestros objetivos, nuestros anhelos y nuestros más profundos deseos. Y eso nos ayudará a descubrir dónde está nuestra fe y la medida de nuestra conversión. ¡Claro!, eso exigirá voluntad y deseos de conocerte y preguntarte, ¿qué buscas, a dónde vas y qué pretendes?

Estando - esa posibilidad - tan cercana, no es tan fácil. Demanda esfuerzo introspectivo que requiere de esfuerzo y voluntad y, fundamentalmente, deseos de vernos interiormente. Eso nos va a exigir un esfuerzo introspectivo que exigirá - valga la redundancia - la confrontación de una jerarquía de valores y dilucidir cuales deben esta en primer lugar. Porque, eso definirá el lugar en que se encuentra mi conversión y me hará ver en qué situación me encuentro y por qué camino voy.

En esta situación mis posibilidades pasan por adherirme al único que puede ayudarme y convertir mi corazón. Ese es el Señor, y en Él pondré todas mis esperanzas. Todo dependerá de mi cercanía a su Persona y de mi fe puesta en Él. Dejarme, pues, guiar por la acción de su Espíritu será la clave para encontrar el único y verdadero camino que me conduce a una verdadera y auténtica conversión. 

Por eso, convencido y esperanzado en que Tú, Señor, guías mis pasos por el buen camino, me abro a tu Amor Misericordioso y me pongo en tus Manos. Amén.

miércoles, 7 de febrero de 2018

MI CORAZÓN ESTÁ HERIDO

No está el peligro en el exterior, sino dentro de mí. Por tanto, mi conversión se libra en mi interior, porque es ahí donde también está mi tesoro y mi salvación. Dentro de mi corazón se libra la batalla de mi conversión, porque en él se cuecen todas las tentaciones y malicias que me pueden apartar del auténtico camino de salvación. Se hace necesario reparar mi corazón.

Y eso me es imposible para mí. Necesito la Gracia de Dios para que mi corazón se convierta y expulse todo el mal que en él se cuece. Por eso, desde este humilde rincón de oración pido para que nuestros corazones sean transformados en corazones nuevos, limpios de toda impureza que les pueda contaminar. Porque, no es cuestión de actos externos, ni de palabras que nos vienen de afuera, sino de todo lo que entra en nuestros corazones y anida en ellos. Eso es lo que los estropeas y los pervierte.

Porque, un corazón contaminado y pervertido arroja contaminación y perversión. No puede dar lo que no tiene, y si ha guardado y abonado malos frutos, dará eso, malos frutos cargados de malas intenciones y de perversión. Luego, lo importante es purificarnos interiormente, porque lo que viene de afuera no nos perjudica. De la misma manera que entra se elimina. Pues, es en el corazón donde radica nuestra bondad y desde afuera no se puede contaminar, pues no llega a su interior.

Por lo tanto, pidamos sabiduría y fortaleza para mantenernos puros y limpios interiormente. La Eucaristía es el alimento que nos sostiene y nos guarda de toda mala intención. Frecuentémosla, al menos semanal, los domingos, y de tener oportunidad y poder, cada día. Es nuestra fuerza y nuestra roca, donde nos apoyamos y nos convertimos en fortaleza inexpugnable que, el pecado, no puede derrumbar.

Danos, Señor, el coraje, la valentía y la perseverancia de sostenernos en la fe y confianza en tu Palabra, para, guiados por ella no desviarnos del Camino, la Verdad y la Vida que Tú, Señor, nos muestra. Amén.

martes, 14 de octubre de 2014

CUANDO MÁS FUERTE ME CREO ES CUANDO ESTOY MÁS LEJOS DE TI, SEÑOR.



Hoy venía sereno, tranquilo y con ganas de empezar con fuerza. Pronto, cuando me disponía a ir a la Eucaristía, el coche me dejó tirado. Imposible de asistir. Experimenté impotencia y desasosiego. ¿Por qué, me lo pregunto ahora? ¿No sabe el Señor que no es por mi culpa? ¿No sabe el Señor que mis planes no han salido como había pensado? ¿Por qué entonces me desespero?

¿Es  que me importo más yo que la Voluntad del Señor? ¿Es qué prima más lo de afuera que lo de dentro porque no se ve? ¿Y los demás? ¿Que ejemplo les doy? Han sido ellos los que me demuestran que son las personas primero que las cosas. Te doy gracias Señor por hacerme ver mi miseria y pequeñez.

Y experimento que cuando acepto mi debilidad y descubro mis miserias es entonces cuando siento cerca tu presencia y mi corazón empieza a latir de nuevo con ritmo normal, pues lo sentía acelerado y rabioso. Porque todo está y depende de ti, y lo demás es accesorio y caduco. Sólo Tú, Señor, permaneces en la eternidad y me das paz, felicidad y sosiego.

No importa que mis apariencias digan lo que no es, porque lo que verdaderamente importa es que mi verdad reluzca por dentro y, al final, también lucirá por fuera, pues lo que brilla terminará por resplandecer y dar luz. Dame Señor la sabiduríaía de poner toda mi vida y mi esperanza en Ti. Amén.