Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 22 de septiembre de 2017

EL VIVIR DE CADA DÍA


HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


La vida se compone de segundos, horas y días. Y la suma de muchos días dan como resultado el tiempo que tu vida tiene para merecer, por la Misericordia de Dios, la vida eterna. Porque, Dios la ha dejado en tus manos. No podemos perder de vista que no la merecemos, pero eso no debe tampoco hacernos olvidar que se nos ha dado libertad para elegir recibirla o rechazarla.

Y de eso se trata cada día. Porque, cada día tenemos esa nueva oportunidad de irnosla ganando. Y sin hacer heroísmo ni grandes cosas, sino simplemente tratando de vivir como Dios manda. Es decir, de forma humilde y viviendo desde el amor de Dios y llevándolo a Él como primero en nuestra vida. Vida que orientamos desde Él como Primero, y después todo lo demás.

Y eso no es fácil, porque nosotros estamos manchados por el pecado, y sometidos a las debilidades humanas, que nos superan y nos someten haciéndonos caer en la tentación y desobedeciendo los mandatos del Señor. Esta esclavitud nos hace caer y cometer muchos errores y pecados. Nos tienta a poner en el primero de los lugares de nuestros objetivos a nosotros mismos, nuestros egoísmos, y nos enfrenta a nuestros hermanos.

Por eso, nuestras oraciones de hoy, Señor, van dirigidas a que nos des la Gracia de renunciar cada día a esas pequeñas pasiones y egoísmos que tratan de apartarnos de Ti y del servicio y amor a los demás. Son pequeñas cosas de cada día, pero que nos cuestas grandes esfuerzos y que también dan buenos y grandes testimonios. Danos, Señor, esa Gracia de doblegar nuestros instintos, nuestras pasiones, nuestros egoísmos, nuestras ambiciones, poderes, soberbias, suficiencias...etc.

Y, en la lucha de cada día, Señor, sostenemos con esperanza y paciencia nuestra confianza en Ti, para que, poco a poco, al nacer de cada día, nuestras actitudes se parezcan un poquito más a las Tuyas. Gracias Señor.

martes, 29 de septiembre de 2015

TODO IMPULSO PUEDE SER UNA ORACIÓN



Orar es tomar conciencia de que somos criatura de Dios, y en ese instante todos nuestros pensamientos puestos en su presencia son hermosas oraciones que fluyen en diálogo directo con Él. Nada en cada instante de nuestra vida queda fuera o al margen de la mirada de Dios. Así que, a pesar de nuestras distracciones, cada vez que nuestra mirada se cruza con la del Señor estamos orando y en contacto con Él.

Orar es entrar el comunicación y diálogo con el Señor; orar es sentir ese impulso interior, desde lo más profundo de nuestro corazón y conectar con la Misericordia y el Amor de Dios; orar es descubrir que dentro de mí hay una energía que, regalada por la Gracia de Dios, me da fuerzas para amar y vivir en la verdad y la justicia.

La oración es necesaria y fundamental para crecer como persona, como persona madura, sensata, con sentido común, justa y verdadera. Porque la oración mira por nuestra verdad, nos descubre nuestras mentiras y nos activa nuestra conciencia para que, dejando la injusticia, vivamos en la verdad. Quien piensa sabe lo que hace bien o mal, y cuando hablas con tu mismo corazón estás hablando con Dios, porque dentro de ti mora Él.

Orar es levantar el corazón de nuestra alma y ponerlo en Manos del Espíritu Santo para que, purificado por su acción, demos gracia y sirvamos según su Voluntad. Orar es despertar de nuestra realidad y comprender que, más arriba, allá donde se pierde nuestra vista, hay Alguien que se regocija en nuestra vida y nos cuida y llama a vivir la definitiva y eterna en su gozo y plenitud.

Pidamos al Señor que nunca dejemos de orar, y eso supone tenerle constantemente presente en todos los momentos y circunstancias de nuestra vida. De tal forma que, cuando experimentas que algo has hecho mal, te duela porque, a parte de ofende o fastidiar a alguien, le has negado un abrazo al Señor. Y con la verdadera oración lo evitamos. No hay nada como abrazar a Jesús.