Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 27 de octubre de 2020

RECONOCERTE DÉBIL PARA AMARTE

 

Sucede que el hombre creyéndose grande, fuerte y poderoso experimenta la necesidad de ayuda y, sobre todo de Dios, cuando esa suficiencia, fuerza y poder se vienen abajo. Hemos oído y hasta presenciado muchas de esas historias. 

Difícilmente a Dios no se le encuentra en el poder ni en la grandeza. Dios está, como reza el Evangelio de hoy - Lc 13, 18-21 - en lo pequeño y débil.

Y eso es lo que te pido, Señor, la Gracia de reconocerme débil, pequeño y de tener las fuerzas de abajarme y ser humilde. Saber que todo lo que hago y de lo que soy capaz es por tu Gracia. Saber que, también, porque así Tú, Señor, lo has querido, me has dejado una opción para que yo elija y decida por mí.

Sin embargo, tengo miedo de no saber elegir bien y me siento débil y hasta pobre para tomar una decisión. Por eso te pido, Señor, que me des la Gracia de reconocer mis debilidades y pequeñeces, y la sabiduría de discernir bien la decisión a tomar, que no sea otra que la de ponerme en tus Manos. Gracias, Señor.

lunes, 26 de octubre de 2020

SIN REACCIÓN ANTE LA VERDAD

 

Sucede que la gente ante la evidencia y la verdad no reaccionan. Y digo esto porque imagino que si fuéramos capaces de presenciar uno de esos milagros por mediación de alguien que está en presencia del Espíritu de Dios, nos impresionaría, es posible, pero nuestra vida seguiría igual y no tendría ningún cambio de dirección. Es más, seguiríamos dando mayor importancia y prioridad a nuestras leyes que a la intervención de Dios por mediación de esa persona.

Es lo que sucedió con Jesús, el Hijo de Dios, que actuó y realizó un gran prodigio - curación de aquella mujer encorvada durante dieciocho años - y aquel jefe de la sinagoga siguió erre que erre con la ley del sábado que impedía trabajar. ¿Puede ocurrirnos eso también a nosotros? Supongo que sí, y de eso no nos libramos nadie, desde el Papa hasta el último cristiano. Tenemos que estar muy atentos a estos acontecimientos, pero, no por el hecho de hacer presente el poder y amor de nuestro Padre Dios, sino porque lo que prima es el amor de Dios manifestado y realizado en los hombres.

Porque, a Dios no lo vemos ni le podemos beneficiar con nada. Pero, sí, a Dios le decimos que le queremos, que estamos con Él y que cumplimos sus mandatos y Voluntad cuando amamos a los hombres, incluso nuestros enemigos, que tenemos con nosotros. Y, sobre todo, cuando sabemos que las leyes están al servicio del hombre y para bien y beneficio del hombre. Nunca para someterlos y esclavizarlos.

Pidamos que tengamos siempre esa idea presente en nuestro corazón. La ley para servir al bien del hombre, porque, si amamos a Dios amando a los hombres, servimos a Dios cuando servimos a los hombres y nunca cuando servimos a la ley. Amén.

domingo, 25 de octubre de 2020

ASIGNATURA PENDIENTE: AMAR

 

Siempre tenemos una asignatura pendiente, amar. Porque, el amor nunca se acaba y siempre, su fuego, está ardiendo. Es la experiencia que presenció Moisés en el monte Horeb - Ex 3, 1-6 - donde la zarza ardía sin cesar y de forma permanente.

 El Amor de Dios es así. Me atrevería a decir que es imperecedero y eterno y siempre está amándonos y quemándonos con su incesante Amor.

La medida del amor nunca tiene fin y, si lo tuviere, sería mala cosa, pues eso significaría acabar con todas nuestras esperanzas. Si el amor se acaba significaría que la vida también se acabaría.  Dios es Amor y Dios es Infinito y Eterno.

Señor, enciende esa llama de amor en nuestros corazones y sostenla eternamente ardiendo que, aunque llegare el día que pase de este mundo a tu presencia, no deje nunca de amarte a Ti en mis hermanos los hombres. Amén.

viernes, 23 de octubre de 2020

ABONO Y ORACIÓN

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

La semilla nace y se desarrolla en buena tierra y, por supuesto, con buen abono. Igual que la semilla, mi vida necesita abonarse y regarse con buena agua para que, la semilla sembrada en mi corazón dé los frutos apetecidos. Porque, el abono que ofrece y da el mundo no es el adecuado y no vigoriza la semilla sembrada que trasciende y se funda en la escucha atenta y dócil de la Palabra de Dios. 

La semilla, sembrada y cultivada según el mundo, se seca y se muere. Necesita otra clase de agua que abra el corazón y salte a la vida eterna. Y esa agua, Señor, solo la das Tú. Por eso, Dios mío, vengo hoy a pedirte esa agua de tu Gracia y esa perseverancia de la oración para mantenerme unido a Ti y poder dar frutos. Frutos de verdadero amor incondicional y gratuito. 

Damos, también, Señor la sabiduría de no creernos mejores que otros y que los acontecimientos que suceden a unos u otros obedecen a su comportamiento o castigo. Así de claro lo dice el Señor: « ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. O aquellos dieciocho sobre... - Lc 13,1-9 -. 

Así queda todo aclarado. Seremos responsables de calidad de nuestros frutos y de ellos tendremos que responder. Y de eso es de lo que se trata. Por tanto, pidamos al Señor la sabiduría de, a pesar del dolor y sufrimiento, nunca perder la esperanza de dar esos buenos frutos que el Señor espera de nosotros. Porque, con su Gracia lo conseguiremos. Amén.


ES TIEMPO DE SALVACIÓN

 

Sin darnos cuenta la buscamos, de forma consciente o, quizás inconsciente, y, a pesar de nuestra aparente indiferencia, siempre estamos buscándola. Hablo de la salvación. Es posible que lo inmediato sea hablar y discernir sobre el tiempo del día a día. Conocemos por los signos de la naturaleza si van a llegar las lluvias y sabemos interpretar bien los avisos que la misma naturaleza nos da. Hoy sin tener que prestarles mucha atención, pues los avances tecnológico nos predice su movimiento y nos informan del tiempo, no solo presente sino de varios días venideros. 

Pero, sin embargo, se nos escapa lo más importante, el tiempo de nuestra vida presente que determinará nuestra vida eterna. Porque, no se nos ocurre preguntarnos por nuestro origen y por nuestro destino. Ese espacio de tiempo en el que transcurre nuestra vida, desde nuestro nacimiento a nuestra muerte. Y, sobre todo, ¿qué hay después? Porque esa es la verdadera pregunta y en la que no jugamos todo. No solo nuestro futuro sino toda nuestra eternidad. ¿Estamos dormidos? Es posible, porque alguien se encarga de mantener esos sueños de felicidad aparente y finita por un plato de lentejas.

Ahora es tiempo de salvación. Se nos anuncia este tiempo de nuestra vida, pero también nosotros tenemos que buscarlo y molestarnos en conocerlo, en escucharlo y en vivirlo. Ahora es una buena ocasión para pedir esa Gracia a nuestro Padre Dios para que nos llene de esa sabiduría necesaria para saber interpretar y juzgar este tiempo presente de nuestra vida. Discernir sobre lo que verdaderamente está bien o mal. Reflexionar sobre nuestros actos de cada día y mirarlo desde la escucha atenta y reflexionada de la Palabra de Dios.

Danos, Señor, esa sabiduría necesaria para actuar movidos y abiertos a la acción del Espíritu Santo, sabiendo y esperanzados en que ese es el verdadero camino que nos conduce a esa felicidad Eterna que todos buscamos. Porque, ahora, en esta vida que vivimos es vida y tiempo de salvación. Amén.

jueves, 22 de octubre de 2020

LA REALIDAD DE LA EXISTENCIA DEL MAL

 
Nadie puede negar la existencia del mal. Es una realidad que todos, más o menos, hemos vivido, bien directamente o indirectamente, en nuestras propias carnes. Por tanto, la existencia del mal es una realidad que vivimos cada día en este mundo. 
 
Una realidad que su sola presencia demanda y exige la presencia del amor. Un amor que se opondrá a las exigencias del mal y entablará una lucha y resistencia para que el mal no gane la guerra. Es ese el fuego del que habla Jesús. Un fuego de amor que, a pesar de enfrentarnos con el mal, nos ayudará a vencerlo.
 
Por eso, sabedores de que el amor nos exigirá lucha y resistencia al mal, te pedimos, Señor, que nos fortalezcas y nos llenes de ese amor vivo y fuerte que resista los invite del mal y del pecado. Danos la Gracia, Señor, de perseverar y no desfallecer para sostenernos firmes, pacientes y humildes. Te lo pedimos, Señor.

miércoles, 21 de octubre de 2020

A LAS CINCO LLAGAS

San Francisco Javier

 

Señor mío Jesucristo,

en cuya mano están todas las cosas,

 y no hay nadie que pueda resistir vuestra voluntad,

que os habéis dignado nacer, morir y resucitar:

por el misterio de vuestro Santísimo Cuerpo,

y por las cinco llagas,

y el derramamiento de vuestra preciosísima sangre,

 compadeceos de nosotros, como vos sabéis

 lo necesitamos en nuestras almas

 y en nuestros cuerpos;

 libradnos de las tentaciones del demonio

 y de todo lo que veis que nos aflige;

 y conservadnos y fortalecednos hasta el fin,

 en vuestro servicio, y dadnos una verdadera enmienda,

 y espacio de verdadera penitencia,

 y el perdón de todos los pecados después de la muerte;

 y haced que amemos a nuestros hermanos, hermanas,

amigos y enemigos; y que con todos los Santos

 gocemos eternamente en vuestro reino,

 que con Dios Padre y el Espíritu Santo vivís y reináis,

 Dios por los siglos de los siglos. Amén.