Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 22 de octubre de 2020

LA REALIDAD DE LA EXISTENCIA DEL MAL

 
Nadie puede negar la existencia del mal. Es una realidad que todos, más o menos, hemos vivido, bien directamente o indirectamente, en nuestras propias carnes. Por tanto, la existencia del mal es una realidad que vivimos cada día en este mundo. 
 
Una realidad que su sola presencia demanda y exige la presencia del amor. Un amor que se opondrá a las exigencias del mal y entablará una lucha y resistencia para que el mal no gane la guerra. Es ese el fuego del que habla Jesús. Un fuego de amor que, a pesar de enfrentarnos con el mal, nos ayudará a vencerlo.
 
Por eso, sabedores de que el amor nos exigirá lucha y resistencia al mal, te pedimos, Señor, que nos fortalezcas y nos llenes de ese amor vivo y fuerte que resista los invite del mal y del pecado. Danos la Gracia, Señor, de perseverar y no desfallecer para sostenernos firmes, pacientes y humildes. Te lo pedimos, Señor.

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