Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 5 de octubre de 2020

PEDIR DESCUBRE LA NECESIDAD DE AMAR

 

 

Se nos hace difícil pedir si antes no somos capaces de abajarnos. Uno se atreve a pedir cuando la necesidad le apremia y se hace necesaria o vital en su vida. Y ese atrevimiento nos descubre el revestimiento de nuestra soberbia. Percibimos que nuestra soberbia levantan una muralla de suficiencia y nos impide abajarnos y, más, manifestar nuestras necesidades y carencias. En una palabra, nuestra pequeñez. Reconocer esa necesidad de pedir es un primer y gran paso.

Cuando me pongo delante del Señor y le pido que me ayude, estoy reconociendo mi pequeñez y mi condición de pecador. Me viene ahora a la memoria la parábola del fariseo y publicano - Lc 18, 9-14 - donde la jactancia de uno no le justifica y la humildad de otro le justifica. Jesús lo deja claro, pedir conlleva el darnos cuenta de nuestra pequeñez y de nuestra pobreza. Pedir descubre esa necesidad de hijo que necesita la ayuda del Padre. Pedir nos ayuda a familiarizarnos con nuestro Padre Dios y, en esa relación de cada día, a conocerle y a depositar en Él toda nuestra confianza.

No dejemos que estas hermosas y esperanzadoras Palabras de Jesús caigan en saco roto y el viento se las lleve. Pensemos que nuestro Padre Dios nos Ama Infinitamente y, por eso, nos dará todo aquello que verdaderamente necesitemos para nuestra salvación, que no es otra que la de gozar junto a Él para toda la Eternidad. Recordémoslo siempre: (Mt 7,7-11): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que...

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