Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 15 de octubre de 2020

NECESIDAD DE ABAJARSE HASTA LA HUMIDAD

 

No es fácil abajarse. Esa experiencia nos puede dar lo valioso de la humildad y humillación de María: "Hágase en mí tu Voluntad según tu Palabra" - Lc 1, 23-38 - y, también, una referencia y ejemplo. Abajarse es precisamente lo que significa ser humilde. Es despojarse de todo aquello que te amenaza con hacerte sentir mejor y más importante que el otro. Es derrumbar en ti esos méritos - solo por ti concedidos - que te hacen sentirte superior al más pobre, sencillo y humilde por carecer de todo. Necesitas y necesitamos abajarnos y experimentar ese sentimiento de pobreza y humildad.

La humildad exige un corazón sencillo capaz de ser pobre y no mirarse superior a nadie, incluso a los más pequeños. La humildad es la virtud de renuncia a todo aquello que te engrandece, que te tienta en alabanzas y glorias provocándote lisonjas y admiración. ¿Acaso has hecho algo por ti mismo? ¿No se te ha dado la oportunidad de ir a la Viña y se te ha regalado hasta los dones, talentos o cualidades que tienes? Luego, ¿a qué vienen esas alabanzas y admiraciones?

Ser humilde y sencillo es la puerta que te abre el encuentro con tu Padre Dios. Por eso, desde hijos necesitados y sencillos, queremos pedirte ese deseo de encontrarnos contigo. Te suplicamos que transformes nuestros corazones humanos, heridos por el pecado de vanidad, de soberbia, de avaricia y de ambición de grandeza en unos corazones pobres, sencillos y humildes capaces de reconocer sus pecados y experimentar la pobreza de, sin merecerlo, sentirnos amados por nuestro Padre Dios.

Gracias Padre, porque solo siendo pequeño puedo entender y recibir tu Palabra y tu Buena Noticia de Salvación. Amén.

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