Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 31 de octubre de 2020

HUMILLARTE PARA SERVIR

 

Cuesta quedarse el último, sobre todo a la hora de recibir, de presidir, de elegir y de muchas cosas más. Queremos siempre sobresalir y estar en los primeros puestos y, eso de humillarse, quedarse el último y ser siempre el servidor de los demás no lo entendemos desde nuestra razón y condición humana. 

Nos exalta ser destacado y notorio, admirado e importante ante los demás. No nos importa saber si nos lo merecemos o no, lo que nos importa es figurar, estar y que nos admiren. Ocupar, por tanto, los primeros puestos es algo que nos gusta mucho. Sin embargo, Jesús, que observa esa inclinación nuestra,  destaca y exalta a aquellos que ocupan los últimos puestos y les dice:                                                                                                                                                                      «Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: ‘Deja el sitio a éste’, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba’. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa.

La razón es muy sencilla y todos la comprendemos, pues, por experiencia no nos gustan aquellas personas trepadoras y que se aprovechan de circunstancias y debilidades de otros para conseguir primeros puestos y que los utilizan para figurar y ser vistos. Jesús lo rezume en pocas palabras y los pone en su justo lugar: 
                                                                                                                                                   Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».

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