Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 6 de noviembre de 2014

NECESITO QUE ME LIMPIES SEÑOR



Necesito que me limpies de mis lepras, Señor, porque nadie podría hacerlo sino Tú. Quiero asistir a tu Banquete y sentarme, respondiendo a tu invitación, a tu lado para comer Contigo y ser limpio por tu Gracias y Misericordia.

Porque me he perdido por mis pecados y he abandonado tu redil. Soy oveja perdida tal y como nos dices en la parábola de hoy, y te doy gracias por tu búsqueda y cuidados que demuestran tu Amor. Gracias, Señor, por la esperanza de sentirme acogido y buscado; por sentirme parte importante de tu rebaño y salvado en él.

Gracias por la alegría y la fiesta celebrada por encontrarme. Gracias Señor porque estando contigo experimento la seguridad de sentirme protegido y salvado. No permitas que la tentación y el pecado me empujen a salirme del redil de tu Amor y salvación. Amén.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

A LA HORA DE SEGUIRTE TROPIEZO CON MUCHAS DIFICULTADES



Mi primera intención es seguirte. Ha sido esa la tendencia en toda mi vida. Tú los sabes todo, Señor, y no puedo engañarte. ¿Para qué entonces decir mentiras? Desde muy pequeño me has despertado en mi pobre corazón tu presencia, y siempre he temido tu Poder, pero he descansado en tu Amor y Misericordia.

Me hablaron, en mi niñez, de tu castigo, de tus mandatos y de tu vigilancia. Como si se tratara de un Dios y Señor vigilante y atento a mis fallos para reprenderme y castigarme. No era un Padre Dios muy atrayente y atractivo, sino inflexible y acechante. Pero, poco a poco, y en la medida que te hemos seguido, todos, hasta tu propia Iglesia, hemos ido aprendiendo que eres un Dios Padre.

Un Dios Padre que, Jesús, tu Hijo, ese Hermano mayor al que queremos seguir, nos ha mostrado en la parábola del hijo prodigo. Un Padre paciente, escuchante, que busca nuestro bien y nos respeta en libertad. Un Padre que nos espera, no para castigarnos, sino para perdonarnos y amarnos. Un Padre que busca nuestro arrepentimiento y nuestros deseos de volver a su Casa, donde nos colma de gozo y felicidad.

Gracias Señor por tanta dicha y fe. Gracias por sostenernos en los momentos de dificultad y de oscuridad. Gracias por la sabiduría de saber discernir entre el bien y el mal. Entre el camino fácil, ancho, divertido, despreocupado y egoísta, o el camino del compromiso, de la preocupación y el esfuerzo solidario por establecer la justicia, la fraternidad y la paz.

Gracias Señor por fortalecer mi voluntad para disponerme siempre a seguirte y amar ante las dificultades de vencer mis egoísmos. Quiero continuar tras de Ti y no desviarme. Por eso trato de no separarme aunque me parezca que voy distraído, despistado y pensando en otras cosas. 

Tú, Señor, puedes hacer de mí una persona nueva, y moldearme según tu Voluntad. Eso quiero yo y ese te pido. Amén.

martes, 4 de noviembre de 2014

PENDIENTE DE TU INVITACIÓN CADA DÍA



No es una invitación en la vida, o una cada año. No, es una invitación cada día. Cada día al poner los pies en el suelo, la primera invitación es del Señor. Del Señor que te da la vida y te propone vivirla con Él a cada instante. Vivirla amando y regalando sonrisas, buen humor, atención, escucha, disponibilidad, servicio, entrega...etc. Un buen menú que hará nuestro banquete especial y diferente a todos.

Dame Señor el buen apetito de sentarme cada día a tu Mesa, y compartir contigo y con los hombres, tus hijos, la buena comida de la fraternidad, de la justicia, del servicio, pero, sobre todo, del amor. No permitas que me distraiga con las falsas ofertas del mundo. Aparentemente parecen iguales o mejor que la Tuya, pero es simplemente una mentira, un espejismo que esconde la muerte y la perdición.

Dame la sabiduría y la capacidad de estar expectante y vigilante a tu invitación de cada día. Y a no dejarme tentar con acudir a otra por muy importante que me parezca. Sé que en principio tu invitación es de cruz, y eso me puede hacer dudar, pues siempre buscamos lo bueno y cómodo. Pero también sé que detrás de la cruz está mi libertad, mi liberación y eterna felicidad.

Porque sólo en Ti, Señor, encontraré el eterno gozo de sentirme en paz, sereno, tranquilo y rebosante de alegría y felicidad eterna. Porque Tú, mi Dios, eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.