Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 28 de mayo de 2015

TE HAS QUEDADO EN LA EUCARISTÍA PARA SER MI ALIMENTO



Posiblemente no hayamos descubierto la importancia de la Eucaristía. Y eso será debido a que tampoco hayamos descubierto el Amor del Señor y lo fundamental de su presencia. Quizás también tengamos dudas, aunque no nos la planteemos, de su Resurrección. Porque, como de forma inconsciente y, porque así nos lo han enseñado, confesamos que Jesús ha Resucitado y está vivo, pero nada más. No somos consciente de ello.

En verdad, ¿sabes lo que significa decir y creer que Jesús Vive y está contigo? Simplemente que puede estar dirigiendome estas palabras y mi vida, si yo soy capaz de entregarsela y creer en Él. Que está presente cada instante de mi ser y actuar y que le ha hablado al Padre Dios de mí. Y si eso es así, ¿cómo puedo pasar un día sin ir a verlo?

La Eucaristía debe ser como el aire que necesito para respirar. Necesito llenar mi corazón cada día de tu Cuerpo, Señor, para tomar fuerzas, luz y sabiduría que me descubran el camino que conduce hacia Ti. Sé que hay muchos obstáculos que se interpondrán en mi camino, y que tratarán de distraerme, convencerme y hasta entorpecerme para que no acuda a recibirte y te olvide, pero yo quiero seguir manteniendo tu amistad.

Estás esperándome pancientemente y no me exiges que te vaya a visitar. Eso sí, me recibes siempre que vaya con los brazos abierto y con la misma alegría como si fuera todos los días. Me lo has dicho en la parábola del hijo prodigo. Eres un Padre que siempre me esperas con los brazos aunque no me lo merezca. Perdona Señor mi ignorancia y mis pecados por tanta ingratitud.

Señor, dame la sabiduría y voluntad de no desfallecer y no dejarte de visitar nunca más en toda mi vida. Aunque no lo comprenda y mis dudas no me dejen en paz. Yo, eso quiero decirte y confesar, quiero, a pesar de todo, seguir a tu lado y visitarte todos los días. Amén.

miércoles, 27 de mayo de 2015

TÚ, SEÑOR, ERES MI ESPERANZA



Ante tantas dificultades, dudas, acontecimientos que superan mi capacidad, tentaciones y toda clase de obstáculos que me hacen vacilar, me pongo a tus pies Señor. Sé que hay muchas cosas que no entiendo, y que posiblemente no entederé nunca, pero lo que ocurre en el mundo no es buen camino.

Para ejemplo estas últimas elecciones autónomicas y municipales. Simplemente una carrera por el poder sin miramientos por los pueblos. Hablar y engañar a los pueblos es la consigna, porque lo que importa es llegar al poder para ser nosotros los poderosos y los que dirijamos el mundo según nuestras ideas e intereses.

No es extraño, pues Santiago y Juan también se lo plantearon a Jesús. Poder y poder sin otro interés que imponer nuestros criterios y forma de ver las cosas.  Sin embargo, Jesús deja las cosas en su sitio y propone el poder para servir Así que el verdadero poder es servicio, y así se lo transmite a Santiago, Juan y los demás. ¡Qué diferentes serían las cosas si los políticos buscasen el poder para servir mejor que lo ha hecho el útlimo.! ¿Podríamos imajinarnos un mundo así?

Por eso, Señor, a pesar de no entender muchas cosas, Tú eres mi Referencia y mi Luz. En Ti pongo todas mis esperanzas y a Ti te sigo decididamente aunque me cueste, me persigan y experimente sacrificios y sufrimientos. Confío en que el Espíritu Santo me fortalezca y me dé la capacidad de asumir, encajar y superar todos esos dolores y persecuciones.

Tú llenas todos mis ideales y le das sentido a mi vida, y me sostienes, a parte del gozo de vivir de acuerdo con lo que mi corazón siente, la esperanza de alcanzar la Vida Eterna junto a Ti. Amén.

martes, 26 de mayo de 2015

ME CUESTA ELEGIR UN CAMINO DE PERSECUCIONES Y SUFRIMIENTOS



No puedo engañarte Señor. Entre otras cosas porque Tú lo sabes. Claro, me cuesta elegir un camino de persecuciones y sufrimiento. ¿Quién quiere elegir un camino así? Desde que nacemos queremos sentirnos bien. De bebé lloramos cuando tenemos ganas de comer o nos sentimos incómodos o enfermos. Es, el lloro, la única alarma de que disponemos para avisar.

Nadie quiere ser perseguido ni amenazado, y menos sufrir. ¿Y Tú, Señor, nos propone ese camino de pesecuciones como a Ti mismo te ha pasado? No te lo reprocho porque Tú mismo lo has sufrido primero, y lo has aceptado voluntariamente. Pero yo no tengo tu capacidad y, aunque quiero seguirte, me cuesta mucho recorrerlo.

Sin embargo, me sorprende una cosa. Tú no los has pasado por Ti, sino que te has ofrecido voluntariamente a sufrirlo por mí. Eso cambia las cosas. Lo has hecho para aliviarme y para que algún día yo pueda sentirme feliz eternamente. Y eso supone que tenga que hacer lo mismo que Tú. Ahora sí, se me dibuja una sonrisa en mis labios al intuir que el Espíritu Santo me ha ido aclarando las cosas. Hace unos instantes le pedía que me aclarara esto de elegir ser perseguido, y ahora, segundos después creo haberlo entendido.

¡Claro, Señor!, yo no soy mejor que Tu, y tendré que padecer lo mismo que Tú, salvando las distancias, para alcanzar la Resurrección y la Vida Eterna como Tú me has prometido. Ahora sí, Señor. Estoy dispuesto a ser perseguido y a sufrir todo lo que necesite por seguirte y por proclamar tu Evangelio. Ese es el camino verdadero que Tú nos propones.

Y nos promete esa Felicidad Eterna que, sellada dentro de nuestro corazón, buscamos con todas nuestras fuerzas y esperanzas. Danos, Señor, esa Gracia para nunca desfallecer y mantenernos en pie firmes en el Camino. Amén.